El imán de Fuengirola
Escribir un libro donde se detallan las diversas formas de maltratar a una mujer sin dejar rastro no ha escandalizado mucho a los grupos feministas. Parece que el imán de Fuengirola tuviera cierta bula para aleccionar sobre el maltrato a las mujeres. ¿Por qué? ¿Por qué no se ha armado un escándalo similar al que se produjo con un libro cuyo título tildaba a todas las mujeres como las obreras del oficio más viejo del mundo? ¿Dónde están esos artículos poniendo de vuelta y media a un señor que fomenta la violencia contra la mujer y, para colmo, explicando cómo se puede uno librar de la justicia occidental mediante técnicas de apaleo específico? Si se han cerrado librerías donde se vendían libros destinados a propagar las ideas nazis, ¿a qué se espera para que la policía se haga cargo de todos los libros escritos por el mencionado imán que fomentan la violencia entre sexos?
Creo que hay demasiado miedo a que a uno le llamen racista, cuando lo que se está es sencillamente indignado con algo que atenta contra un derecho humano propio de nuestra sociedad. Hay demasiado militante antirracista que genera mucho racismo. Y estimo que las feministas y los políticos deberían de tener más en cuenta la ética de la responsabilidad frente a la fácil ética de los principios. Cualquiera puede ser bueno en sus intenciones. Pero quien no sea responsable en el ejercicio público y político, quien no tenga en cuenta cuáles pueden ser las consecuencias de sus propias acciones, es un irresponsable ante sus adeptos, ante sus votantes, ante la sociedad entera y, finalmente, también ante personas creyentes como los musulmanes. El respeto a la identidad de cualquier cultura o religión debe ponerse como condición para integrarse en el sistema de libertades que da fundamento a la democracia. La alternativa es la desintegración y el conflicto entre culturas.
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