Reforma del Estatuto
Últimamente vienen apareciendo en los medios de información distintas manifestaciones de políticos del PSOE sobre la reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía. Uno de estos políticos, concretamente el señor Zarrías, le he escuchado y leído lo siguiente: "La reforma del Estatuto andaluz debe situarse con claridad en el marco de la Constitución española". Yo, cada vez que leo esta coletilla de la Constitución española, me pregunto: ¿Dónde está escrito que los andaluces tengamos que hacer acto de españolismo con mayor intensidad y fervor que cualquier otro peninsular, no tienen bastante con haber colocado en el artículo preliminar de nuestro Estatuto de Autonomía el condicionamiento a la Constitución española y que, dicho sea de paso, a vascos y catalanes no se atrevieron a ponérselo?
Esta intencionalidad me recuerda aquellos tiempos de nuestro pueblo morisco que para no levantar sospechas de su obligada conversión, tenían que demostrar ser más cristianos que los cristianos viejos (léase conquistadores castellanos, entre otros). Lo primero que se me ocurre decirles a estos señores es que, por favor, se paren a pensar si la reforma del Estatuto andaluz ha de estar supeditado a la referida Constitución o tendría que atenerse a las siguientes consideraciones:
1. Las reformas estatutarias deben adaptarse a las realidades sociales, culturales e históricas del pueblo andaluz, ya que, de todos es sabido, ni hay ni puede haber concordancia entre los intereses que defiende la Constitución española y lo que debería representar el Estatuto de Autonomía de Andalucía que no es ni más ni menos que la "liberación social, política, cultural e histórica de Andalucía". Todo lo que se haga sin tener en cuenta este enfoque es engañar miserablemente a un pueblo y hacer con sus gentes como aquél que quiere ganarse a un niño ofreciéndole un caramelo. Y, por favor, que no me venga el listo de turno diciendo que la actual Constitución es una barrera para lograr la liberación de Andalucía, porque si eso es así, entonces lo que hay que reformar primero es dicha Constitucón. El que escribe estas líneas es un andaluz de la diáspora que tuvo en sus manos el Estatuto de Autonomía de Andalucía allá por los años sesenta, cuando ninguno del PSOE, incluido Felipe González, sabían ni pedían autonomía para Andalucía.
2. Si no existe esa adaptación a las realidades sociales, culturales e históricas del pueblo andaluz, que a nadie le quepa la menor duda que habrá una indiferencia y apatía entre los andaluces y el Estatuto. Señores del PSOE, cuando en la Diputación de Córdoba impusisteis el primer texto de Autonomía, ignorasteis la Constitución andaluza de Antequera de 1883, y todo el texto elaborado y preparado en la Asamblea de Córdoba, y que la sublevación de los militares franquistas no permitieron su aprobación. Y, por favor, que nadie me hable de autonomía mientras ésta no llegue en primer lugar a los ayuntamientos, no lo olviden. Así que honestidad en esta ocasión y dejar de utilizar la Autonomía y a Andalucía cuando llegan las elecciones.
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