Brisa, participada por Abertis, está interesada en la línea Madrid-Lisboa
La inclusión del AVE Madrid-Lisboa en el programa europeo Quick Start causó sorpresa en Valencia. La construcción, prioritaria para Bruselas, de esta nueva línea que atravesará la Península Ibérica y conectará Portugal con Francia en ancho europeo y alta velocidad, sacaba la delantera a otros proyectos más antiguos previstos por el Ministerio de Fomento.
Bruselas anticipó nada más anunciar el proyecto que la línea debería de contar con financiación privada para acelerar su construcción. Apenas una semana después la concesionaria de autopistas portuguesa Brisa anunciaba que presentará junto a la sociedad española Norcontrol (en la órbita de Unión Fenosa) una propuesta de gestión de las líneas de alta velocidad entre ambos países, informaba la agencia Efe el pasado 18 de noviembre.
La propuesta de Brisa, que controla el 4% de Abertis, concesionaria de autopistas que explota la A-7, fue ya precalificada por la Red Ferroviaria de Alta Velocidad (RAVE) de Portugal después de que ambos países anunciaran el 8 de noviembre durante la Cumbre Ibérica su propósito de construir cuatro tendidos del tren de alta velocidad hasta el año 2020, una iniciativa de la que salió la apertura de concursos públicos por valor de 500 millones de euros.
El calendario de realización de estas infraestructuras prevé que Madrid y Lisboa queden unidas por tren de alta velocidad en 2010, Vigo y Oporto en 2009, Aveiro y Salamanca en 2015, mientras Faro y Vigo deberían quedar enlazadas a partir de 2018.
El RAVE adjudicó hace dos semanas los primeros contratos de realización de proyectos para la línea Lisboa-Oporto para los trabajos de consultoría y asistencia técnica en dos tramos del interior de Portugal a las compañías Cobras (del grupo ACS) y Gibb Prointec, respectivamente.
Abertis, del que forman parte las cajas valencianas Bancaixa y la CAM, cuenta también con una participación del 10% de la sociedad portuguesa de autopistas Brisa.
