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Reportaje:

Un año sin 'vía de escape'

Las obras del tranvía obligan a cortar la principal avenida de acceso al centro de Alicante entre quejas vecinales

La zona más activa del centro y del ensanche de Alicante estará privada durante los próximos doce meses de su vía de escape por excelencia: la prolongación de Alfonso el Sabio, a lo largo de la avenida de Jaime II hasta enlazar con el acceso norte de la N-332. Esta vía, desde su entrada en servicio hace cuatro años, ha sido un bálsamo para el histórico colapso del tráfico rodado por esta zona del centro de la ciudad. Cuatro años después, la eficaz válvula de escape se cierra debido al inicio de las obras de otra fase del proyecto estrella del Consell en la capital alicantina: el tranvía. El cierre de la vía, efectivo a partir de las 9.00 de hoy, ha sido acogido con protestas por los vecinos y comerciantes de los tres barrios más directamente afectados -San Antón, El Pla y Perpetuo Socorro- y los profesionales del volante: "Volvemos al suplicio de hace cuatro años", comentaba ayer un taxista a otro colega en la parada de la plaza de Gómez Ulla.

La clausura de la denominada prolongación de Alfonso el Sabio se deriva de la colosal envergadura de las obras de una nueva fase del tranvía: la construcción de un túnel, a través del monte Benacantil, que llevará la vía férrea hasta la plaza de Los Luceros, uno de los centros neurálgicos de la urbe.

El anuncio del cierre de la vía ha pillado por sorpresa a los vecinos. "Nadie [en referencia al Ayuntamiento] nos ha dicho nada: ni cuándo, ni dónde ni cómo será el cierre", afirmó Francisco Santos, encargado de un taller de recambios, sito en la avenida de Jaime II. "Nadie ha pasado a informarnos. Nos hemos enterado por la prensa", subraya Gimena, una joven camarera de un restaurante, ubicado en la misma calle.

Los contundentes comentarios de los vecinos sobre la falta de información contrastan con la campaña publicitaria desplegada por la institución que promueve las obras, mediante anuncios en prensa, sobre las vías afectadas por el corte y la consiguiente reordenación del tráfico. La campaña se completó en la jornada de ayer, con una ofensiva divulgativa, liderada por una patrulla de azafatas que repartían a los vecinos folletos explicativos del cierre al tráfico de la vía e itinerarios alternativos.

No obstante, esta ofensiva de la consejería se produce tras las críticas de los vecinos y propiciada por las dificultades técnicas -debido al mal tiempo- para fijar ayer las señales horizontales del cierre.

Las denuncias sobre la falta de información se completan con otras de mayor calado, por sus repercusiones económicas y sociales. En el primer apartado se incluyen las quejas de los comerciantes de la zona augurando una merma de negocio a consecuencia del cierre de la calle. "Seguro que el negocio se va a resentir, con toda seguridad que vamos a perder clientes", enfatizó Santos. El lamento de este tendero cuenta con el respaldo de las asociaciones de comerciantes del centro de la ciudad. Estos colectivos -integrados por pequeños comerciantes- subrayan, además, la "inoportunidad" del inicio de las obras, a escasas semanas del comienzo de la campaña de Navidad. Los comerciantes vaticinan que el nuevo galimatías del tráfico rodado por la zona ahuyentará a potenciales clientes.

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En el apartado social, el cierre de la vía acarreará molestias ineluctables a los usuarios del transporte público, especialmente el autobús: hasta cuatro líneas modificarán itinerarios.

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