Gallardón cede a la presión de Rajoy y retira la subida del IBI para las casas vacías

Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid, cedió ayer ante su secretario general, Mariano Rajoy, y dio marcha atrás en su anuncio de subir un 50% el impuesto de bienes inmuebles (IBI) de los pisos vacíos para animar a sus propietarios a que los alquilen. Ruiz-Gallardón anunció su cambio de criterio en un acto público en el Metro de Madrid. "He tenido una importante conversación" con el secretario general del PP, afirmó el alcalde. "No quiero que ninguna medida de mi equipo pueda entenderse en confrontación con mi partido", enfatizó. La coordinadora de Organización del PP, Ana Mato, actuó ayer de portavoz de Rajoy para afirmar que el líder popular y todo el partido están "muy satisfechos" por la decisión del alcalde.

El PP se declara "muy satisfecho" por el cambio de opinión del regidor madrileño

Rajoy habló este fin de semana con Ruiz-Gallardón para manifestarle la disconformidad del partido con la subida del impuesto para las viviendas vacías. El alcalde aceptó el consejo y rectificó. La subida del IBI de las viviendas vacías para incentivar su alquiler fue anunciada públicamente por Alberto Ruiz-Gallardón el 15 de mayo, en plena campaña electoral, como desarrollo de la Ley de Haciendas Locales aprobada por el Gobierno. Una semana después, el PP nacional se descolgó con una batería de medidas para abaratar la vivienda. Las que se referían al alquiler sólo incluían diversas deducciones fiscales como vía para incentivarlos y abaratarlos.

El propio Rajoy, en las conversaciones que ha tenido estos días con el alcalde de Madrid para solucionar su primer conflicto como líder del PP, le ha comunicado que él prefiere las "medidas positivas", es decir, los incentivos fiscales, antes que los impuestos para animar a los propietarios de pisos vacíos a que los alquilen.

El cambio de opinión de Ruiz-Gallardón choca parcialmente con sus declaraciones, el pasado martes, en la cadena Cope: "Yo no seguiría ni un minuto siendo el alcalde de Madrid si no tuviese el apoyo de mi partido y si a mí no me apoyase desde el presidente del Gobierno, a quien debo la propuesta de haber sido candidato a alcalde luego elegido por los ciudadanos, hasta el apoyo permanente del secretario general del partido, Mariano Rajoy". Ayer su partido le apoyó, a través de Ana Mato, y el miércoles pasado lo hizo Rajoy, al calificar de "perfectamente conciliable" que el PP prometa bajar impuestos en toda España y, a la vez, los suba en algunos sitios como Madrid "exigidos por las circunstancias". También le apoyó ayer el equipo económico del Gobierno. Luis de Guindos, secretario de Estado de Economía y número dos de Rodrigo Rato, elogió la marcha atrás de Gallardón. "Es positivo, forma parte de una reflexión que se ha tomado de forma autónoma", afirmó.

La disputa por la subida de impuestos decidida por el alcalde de Madrid afloró en el PP el lunes pasado cuando el vicepresidente primero, Rodrigo Rato, elogió el "más por menos" del anterior alcalde madrileño, José María Álvarez del Manzano, y afirmó que las subidas de impuestos "no son solución ni de presente ni de futuro".

Al día siguiente Gallardón pidió amparo a Rajoy e insinuó que él es el único autorizado para criticarle. "Bastaría una sola manifestación por parte de quien tiene capacidad de hacerlo, que es el secretario general de mi partido, de discrepancia con las medidas que estamos adoptando para que yo no siguiese adelante con un proyecto que es el que está en el programa electoral". Y eso fue lo que el alcalde de Madrid hizo ayer: no seguir adelante con una propuesta defendida por él mismo pero que no iba a tener en 2004 ningún impacto en la recaudación de impuestos del ayuntamiento porque la nueva Ley de Haciendas Locales -que prevé la posibilidad de ese recargo municipal- necesita previamente que un reglamento defina qué es una vivienda vacía. Eso, según Hacienda, es muy complejo, pues hay que determinar y pactar con los ayuntamientos (con la Federación Española de Municipios y Provincias) cuál es la factura de gastos habituales de una vivienda -como agua, gas, electricidad o teléfono- por debajo de los cuales se considera que allí no vive nadie. Con ese argumento, Hacienda ha descartado que tal reglamento pueda aprobarse en esta legislatura y el alcalde de Madrid tenía asumido que no podría haber puesto en marcha la subida antes de 2005.

El respaldo que Gallardón obtuvo ayer públicamente de su partido no estuvo exento de cierta polémica. Se encargó de escenificarlo Ana Mato en rueda de prensa. Pero la coordinadora de Organización del PP se negó a contestar a más de diez preguntas de los periodistas sobre los motivos y las circunstancias del cambio de opinión del alcalde.

Mato se enrocó en su declaración inicial: "Ha habido una reunión entre el secretario general del PP y el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Tanto el PP como el secretario general estamos muy satisfechos de la decisión que ha adoptado. Estamos seguros de la apuesta que hicimos con Alberto Ruiz-Gallardón como alcalde de Madrid. Se demostrará que va a ser un extraordinario alcalde para todos los madrileños".

Y no hubo más. Le preguntaron si hubo fallos de explicación de la medida; cómo es posible que en una semana las cosas dejen de ser "perfectamente conciliables"; si Rajoy se daba por satisfecho con la retirada de un impuesto que no se puede a aplicar pese a que los demás sí subirán y los pagarán los madrileños; por qué el alcalde se desdice ahora de una de sus promesas electorales explícitas y no de otra como la eliminación de las bonificaciones con un año de antelación- que sólo se justifica en un párrafo de la página 297 de su programa electoral...

La portavoz del Partido Popular no contestó a nada.