El director del marjal de Pego declara que se ofreció el parque a empresas para cultivos hortofrutícolas
El director conservador del marjal de Pego-Oliva, Vicente Urios, declaró ayer, en calidad de perito, ante el tribunal -la sección 3ª de la Audiencia de Alicante- que juzga las agresiones al humedal durante 1996 y hasta 1998 que el parque "se ofrecía" a empresas para, además de arroz, cultivar habas, alcachofas, girasoles y frutas. Estos cultivos contribuyeron, según Urios, a la desecación del paraje, catalogado de interés internacional.
La octava sesión del juicio al ex alcalde de Pego, Carlos Pascual, a su teniente de alcalde y, a su vez, presidente de la comunidad de regantes, José Orihuel, y cuatro agricultores, por quemar y desecar 600 hectáreas del humedal continuó ayer con la comparecencia de dos de los seis peritos citados. Ambos, los expertos Vicente Urios y Eduardo Galante, coincidieron en afirmar que las actuaciones en el marjal "destruyeron" los hábitats del paraje, dado que murieron especies endémicas tanto vegetales como animales. "Hay especies que se extinguieron y otras disminuyeron de forma importante", dijo Urios. Galante manifestó, por su parte, que los incendios calcinaron no sólo el carrizo, sino la vegetación y los invertebrados que alberga y que constituye el soporte alimenticio de las aves. "Esto eliminó miles de insectos que intervienen en los procesos del ecosistema [del marjal]". Además, añadió, muchas zonas encharcadas se desecaron con la extracción de agua a través de las bombas. Este perito cuantificó los daños en unos 900.000 euros.
En el turno de réplica, otro perito y biólogo municipal cuando ocurrieron los hechos, Andreu Sendra, insistió en la importancia del cultivo de arroz para la continuidad del marjal. Esta opinión fue corroborada por Urios, aunque matizó: "El arroz es compatible pero no de la forma en que se hizo. Se puede cultivar pero sin poner en riesgo el ecosistema".