Una manifestación contra las reformas de Schröder reúne a 100.000 personas en Berlín
En un aviso al Gobierno rojiverde alemán de que la paciencia ciudadana con sus reformas podría estarse agotando, 100.000 personas acudieron ayer en Berlín a una manifestación en contra de los recortes del Estado del bienestar. El gran número de manifestantes sorprendió incluso a los organizadores -entre ellos sindicatos, el partido ex comunista PDS y la organización antiglobalización Attac-, que apenas habían previsto 20.000 participantes. Ha sido la mayor protesta en mucho tiempo contra el Gobierno rojiverde, que está cayendo en picado en las encuestas.
La manifestación, que transcurrió sin incidentes por el centro de Berlín, desvirtúa la muy difundida tesis de que entre los alemanes -al contrario de lo que sucede en Austria o en Francia- prevalece la convicción de que las reformas son necesarias e inevitables. En un singular esfuerzo, el Gobierno del canciller socialdemócrata Gerhard Schröder está intentando reestructurar a la vez la sanidad, el sistema fiscal, el régimen laboral y las pensiones, siempre con miras a recortar el gasto social y estatal. Con recetas distintas, también la oposición democristiana propugna cambios radicales.
"¡Ya basta! Contra una política social de tierra quemada", fue, por el contrario, el lema de la manifestación. Oficialmente, ninguno de los grandes sindicatos había convocado la protesta; por lo visto, las bases decidieron acudir por su propia cuenta y riesgo. Uno de los portavoces de los organizadores -reunidos en el llamado Foro Social de Berlín- afirmó que la manifestación podría ser el inicio de un multitudinario movimiento extraparlamentario. Entre las exigencias del Foro Social se encuentra la reintroducción de un impuesto sobre los grandes patrimonios y una reducción de la jornada laboral.
