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Reportaje:

La deserción de Oskorri

El grupo vizcaíno presume de "nueva sonoridad" en su vigesimoctavo disco, que tocará mañana sobre el Nervión

Oskorri amenizará mañana el paseo matinal a cuantos se acerquen a la Ría en el tramo entre el Ayuntamiento bilbaíno y el Palacio Euskalduna. De mediodía a dos de la tarde está previsto que interprete en un barco las canciones de Desertore (Elkarlanean), un álbum que llegará a las tiendas el próximo miércoles.

Veintisiete años después de debutar con un elepé que buscaba inspiración en poemas de Gabriel Aresti (Gabriel Arestiren oroimenez), el conjunto vizcaíno ha recurrido a Unai Elorriaga, el dirigente socialista de la II República Toribio Etxebarria, Jon Sarasua, Andoni Egaña o Maialen Lujanbio para dar con las palabras que cantan en esta vigesimoctava entrega de su carrera, presidida por la idea de la deserción. También homenajean a la panderetera Maurizia Aldaiturriaga y abordan la inadaptación por motivos físicos, amores no correspondidos, defensa del euskera y asuntos bélicos y gastronómicos.

"Nos dimos cuenta de que el nombre Desertor nos viene bien porque alude a las diferentes deserciones, de todo tipo, a las que tenemos que estar dispuestos todos los días. Desertar estéticamente, ideológicamente, sentimentalmente, de muchísimas cosas para intentar tener un mundo relativamente mejor que el que tenemos. Y, en concreto en este país, para intentar salir de situaciones caóticas que todos los días nos llevan a malvivir", explica el cantante Natxo de Felipe.

Sin embargo, más allá de los textos y de la "deserción de la estética habitual" que supone una peculiar presentación que remite a la "desnudez total de un disco casi pirata", el vocalista destaca que Desertore confirma la definitiva adopción de una nueva sonoridad apuntalada por la incorporación de tres nuevos músicos al octeto. "Ha habido un importantísimo proceso de cambio de sonido, y el proceso de creación ha sido mucho más largo porque cada miembro y cada instrumento se ha tenido que readecuar a la nueva formación y a una sonoridad distinta a la habitual del grupo", afirma.

Para explicar dicho cambio, el portavoz de la banda se remonta a sus dos trabajos anteriores. "El proceso de reflexión empezó con Ura, y Vizcayatik Bizkaiara nos llevó a la evidencia de que la base rítmica del grupo tenía que tener otro tratamiento radicalmente distinto", agrega el portavoz de la banda.

Pese a ese esfuerzo por renovarse, seguro que hay quien sigue presentándoles como sinónimo de música tradicional vasca. Y muy a pesar del grupo. "Nuestra música se ha catalogado demasiadas veces como música folk o música vasca, y no nos gusta. En realidad, no hacemos ni una cosa ni la otra", se queja De Felipe antes de resaltar que "en el grupo hay muchas sensibilidades distintas, humanas, ideológicas y musicales. Y ésa es precisamente la principal fuente de riqueza de la fórmula Oskorri".

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La de mañana al aire libre no será la única oportunidad de escuchar en vivo a Oskorri durante este mes de noviembre. El próximo día 19, actuará en Vitoria (Teatro Principal, 20.00), el 20 en Pamplona (Teatro Gayarre, 20.00), el 21 en Irún (Amaia, 20.00) y el 22 en Bilbao (Teatro Arriaga, 20.30).

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