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El Gobierno insta al presidente de Aerolíneas a dejar el cargo por un antecedente penal

La Inspección General de Personas Jurídicas del Gobierno argentino, dependiente del Ministerio de Justicia, ordenó al grupo español Marsans que en un plazo máximo de 30 días "desvincule" del consejo directivo de Aerolíneas Argentinas, Interinvest y Austral a su presidente, Antonio Mata Ramayo. A finales del año pasado, el empresario español fue condenado a seis meses y un día de prisión en un juzgado de Madrid por el delito de "alzamiento de bienes" en el llamado caso Cegetur. El inspector general Ricardo Nissen confirmó anoche que la resolución publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado "se dictó conforme al artículo 264 de la Ley de Sociedades Anónimas de Argentina, en el que se establece que no pueden ejercer funciones en el directorio las personas condenadas".

Nissen recibió las denuncias del abogado Luis Alejandro Rizzi y de Jorge Páez Allende, piloto de la empresa de cabotaje Austral, pidió luego explicaciones a la compañía y no recibió "respuestas satisfactorias". El pasado 17 de octubre firmó la resolución. La empresa tiene ahora dos semanas de plazo para recurrir la resolución administrativa de la Inspección General ante la Cámara Comercial de la Capital Federal, que estaría en condiciones de dictar un fallo definitivo a finales de año.

En el texto de su resolución, Nissen considera que "quienes han sido condenados por hurto, robo, defraudación, cohecho, emisión de cheques sin fondo, delitos contra la fe pública no se compadecen con la lealtad y diligencia que debe observar un buen hombre de negocios" Por ello, el funcionario ha instado a la compañía a que "arbitre las medidas necesarias para desvincular a Antonio Mata" de su directiva.

Acusaciones cruzadas

A finales de septiembre, Mata participó de la reunión para el Desarrollo Empresarial en Bariloche, al sur del país, y recordó que el grupo Air Comet-Marsans "invirtió 600 millones de dólares para recuperar Aerolíneas Argentinas". Los sindicatos le acusan de fraude porque "no aclara ni explica" el destino de 500 millones de dólares que recibió de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) como subvención cuando le entregó Aerolíneas. Mata hace responsable a Iberia, la compañía administradora anterior a la SEPI, de todos los males de Aerolíneas.

Los funcionarios del Gobierno argentino recuerdan que Mata "fue uno de los empresarios que más apoyó la reelección de Menem, prestó sus aviones para la campaña y aportó mucho dinero". Por su parte, la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico, el sindicato más duro de los gremios aeronáuticos enfrentados con el directorio de Aerolíneas, acusa a Mata de "vender humo y patrañas en Argentina".

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