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París se enfrenta a Washington por un posible fraude legal en el escándalo del Crédit Lyonnais

Cuando el Crédit Agricole está a punto de finalizar la absorción del Crédit Lyonnais, para constituir una de las mayores entidades bancarias de Europa, este banco se arriesga a la prohibición de sus actividades en los Estados Unidos como consecuencia de una decisión política tomada en París al máximo nivel. Francia ha rechazado reconocerse culpable de un fraude a la ley norteamericana, presuntamente cometido por el Crédit Lyonnais a principios de los años noventa, elevando así a crisis política lo que hasta ahora era un problema de gestión empresarial.

El origen del contencioso es la toma de control de la compañía de seguros californiana Executive Life por el Crédit Lyonnais a través de un tercero, en 1991, época en que la ley prohibía a los bancos poseer más de un 25% del capital de una aseguradora. La fiscalía californiana propuso a París que pagara una multa de 585 millones de dólares y el Ministerio francés de Economía lo aceptó el 2 de septiembre pasado, en aras de evitar un costoso proceso.

Sin embargo, después de ese pacto, Francia ha recibido la petición de que sean extraditados a Estados Unidos cuatro ex altos cargos del Crédit Lyonnais, lo cual denota que el proceso continuará aunque se pague la multa, destrozando así las esperanzas francesas de terminar discretamente con este fleco de los escándalos protagonizados por el Lyonnais.

París ha reaccionado al golpe volviéndose atrás respecto del pacto inicial. "No sabemos dónde estamos ahora. Seguimos a disposición de la justicia estadounidense pero necesitamos hablar con personas responsables", comentó el ministro de Economía, Francis Mer, mientras otros diputados acusaban de chantajistas a los magistrados estadounidenses.

La lógica económica invitaba a aceptar el pago de la multa para evitar un proceso penal que amenaza el futuro de un banco francés en Estados Unidos. En función de esas premisas se negoció un pacto poco honorable, pero práctico, por el que el Estado debía pagar 485 millones de dólares de multa y otros 100 corrían a cargo del Crédit Lyonnais.

Extradiciones

Sin embargo, la fiscalía encargada del caso ha excluido del pacto a Jean Peyrelevade, presidente del Crédit Lyonnais hasta hace unos días, y ha pedido las extradiciones de otros ejecutivos. París ha optado por el enfrentamiento, probablemente en busca de un arreglo "diplomático" de un asunto que tiene muy mala pinta, desde el punto de vista judicial.

En la época de los hechos, el Crédit Lyonnais formaba parte del sector público francés. Tras caer en la situación de quiebra técnica, su saneamiento costó una fortuna a los contribuyentes franceses y puede costar todavía mucho más a cuenta del fleco estadounidense. Entre los inculpados por este asunto figura Jean-François Hénin -apodado el Mozart de las finanzas, recuerda el diario Le Monde-, que dirigía la filial del Lyonnais que compró la aseguradora Executive Life. También ha sido acusado el entonces presidente del Lyonnais, Jean-Yves Haberer, condenado en junio pasado en Francia por el falseamiento de las cuentas del banco correspondientes a 1992.

El sucesor de este último al frente del Lyonnais, Jean Peyrelevade, que patroneó el proceso de saneamiento y de privatización posteriores, había quedado al margen del escándalo californiano hasta que se divulgó el contenido de un fax comprometedor para él, porque apunta que estaba al tanto de los manejos de sus antecesores para hacerse ilegalmente con la aseguradora californiana. La evidencia de que se intenta su procesamiento en Estados Unidos provocó la dimisión de Peyrelevade como presidente del Lyonnais, el pasado 2 de octubre, sin esperar a la culminación de la fusión con el Agricole.

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