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José Miró debuta en Cibeles con un prodigio de desfile solar

Locking Shocking accede a su madurez expresiva con Burroughs

Triste inicio de la jornada final de los jóvenes en la Pasarela Cibeles. Poca originalidad y dudosas facturas en los desfiles de Alma Aguilar y Jorge Vázquez, para continuar algo mejor con Jorge Gómez y subir de tono y calidad con el mallorquín José Miró, deslumbrante en su apuesta blanca y solar al borde del Mediterráneo. Locking Shocking presentó un desfile capaz de aunar el lujo con la más dulce transgresión.

También justificaron objetivamente su presencia en la Pasarela Cibeles la valenciana Noelia Navarro con su geometrismo años sesenta y el bilbaíno Ion Fiz rozando lo felliniano. Y David Delfín se concentró en la corbata como fetiche expresivo.

La sección de los jóvenes creadores de Cibeles aún se muestra tímida

Surgen muchas preguntas en el último día de Cibeles. La moda en sí misma tiene como lema aquello de "renovarse o morir", y la sección de los jóvenes de Cibeles aún se muestra tímida en esa práctica de refrescar el elenco, aunque la entrada de José Miró y de Ion Fiz resulta un más que necesario empuje hacia la experimentación desde el talento.

Alma Aguilar hizo un largo pase repetitivo, plagado de defectos en la confección y con un barroquismo inútil a base de drapeados, frunces y plisados, colocando ristras de ojetes a voluntad. Jorge Vázquez se refugió en unos looks absurdamente provocativos tanto para el hombre como para la mujer a través de prendas convencionales, de poca inventiva y plagadas de referencias foráneas. El motivo y lema era el Flowers power, con un resultado de dudoso gusto para el atuendo masculino basado fundamentalmente en el amarillo pollito.

Jorge Gómez hizo su canto particular a la cremallera -colocada como decoración y esqueleto de faldas y blusas-, con muchos efectos especiales de luz, pallette térmico, fibra de caucho y apoyándose en la textura del lino; interesante su tejido decolorado y vuelto a teñir, casi de action painting.

Y en esto llegó el mallorquín José Miró con su poesía, ya avalado por sus intervenciones en el Circuit barcelonés, pleno de una mística solar donde confluyen el desierto y el mar; sus tocados iban desde Siria a los tuareg, hasta llegar al casco de Almanzor. Ha sido el mejor estilismo que se ha visto en esta edición, con accesorios de gran belleza e impacto, y su cercanía a la costura está totalmente justificada, con el blanco como única bandera y el leve algodón egipcio como base material. Destáquese el cíngulo para sostener los minipantalones, los vestidos amazona y los pantalones moros reinterpretados. Su original apuesta fue recompensada con el premio a la mejor colección.

Noelia Navarro trabajó con eficiencia el satén, el piqué, los algodones tecnológicos y un falso tafetán impermeable. Con ellos hizo geometrismo años sesenta de buena factura y gusto con círculos, drapeados y superposiciones. Los canarios Trastornados usaron la gama de la bandera del Vaticano y pintaron o bordaron flamencos y loros con desigual sentido y efectividad. Fue una colección poco definida, con elementos ajenos que no acaban de casar entre sí.

Ion Fiz viene de la prestigiosa escuela bilbaína y empezó sacando a la pasarela al espectro de una Donatella Versace futurista, para usar a placer el blanco y las rayas rojas hasta conseguir juegos ópticos. Hizo el traje de la tensita y sacó al niño malo con lascivos pantalones cortos, escamas de sirena en una falda teatral y una serie negra final con algo de agresividad gótica. La Casita de Wendy descolocó al auditorio con evocaciones de la navidad, bolas de árbol incluidas, en un desfile que quería ser mágico y se quedó en un postizo de lo puramente infantil con recursos como los grandes vichy de mantel, el tutú escolar y los cisnes sin lago.

Finalmente, el polifacético David Delfín, que cerró la jornada, hizo un elogio de la corbata y de lo inconcluso como sistema de trabajo, y Locking Shocking dio seriedad a la jornada con su inspiración en William Burroughs, demostrando que la moda puede ser inteligente a la vez que dinámica, usar el brocado y el cuadro Príncipe de Gales sin engolamientos y rascar la identidad profesional desde la experiencia personal. Eso es entrar en la madurez.

Modelos de Trastornados (a la izquierda) y de Noelia Navarro. 

/ RICARDO GUTIÉRREZ
Modelos de Trastornados (a la izquierda) y de Noelia Navarro. / RICARDO GUTIÉRREZ
Modelo de Locking Shocking.
Modelo de Locking Shocking.RICARDO GUTIÉRREZ
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