"Es más utópica una España federal que una Cataluña independiente"

Josep Lluís Carod Rovira rechaza el término nacionalista, pues gusta definirse como independentista. Su meta política: reclamar la plena soberanía de Cataluña.

Pregunta. Esta semana, usted planteaba un Gobierno de concentración en Cataluña para hacer frente al proceso de involución autonómica del PP. ¿Tan crítica ve la situación?

Respuesta. Existen dos propuestas. La primera es para la mañana siguiente de las elecciones del 16-N. Sea cual sea la composición del Gobierno y de la oposición, Cataluña tendrá más fuerza negociadora si representa a una mayoría amplia de la sociedad. Hay que buscar apoyos en media docena de temas que Cataluña como comunidad nacional aspira a resolver satisfactoriamente. Por tanto, la primera propuesta debe ser un pacto nacional pluripartidista en el Parlament sobre temas claves. PP y PSOE también lo hacen en el Congreso. Y por otra parte está el Gobierno de concentración nacional. En Cataluña, de los cinco partidos, cuatro [todos menos el PP]

"Me parece preocupante que, 70 años después de la experiencia republicana, la izquierda española no tenga un modelo respetuoso hacia la diversidad plurinacional"

"No está escrito en ninguna parte que el presidente de la Generalitat tenga que ser el cabeza de la lista más votada. Éstas no son unas elecciones presidenciales"

continuamos en esta transversalidad del catalanismo, entendida como la expresión del patriotismo democrático de los catalanes. Y lo que tenemos en común los cuatro partidos lo está poniendo en peligro la política regresiva, autoritaria, involucionista, y la ofensiva en muchos aspectos no democrática contra la diversidad del PP. El PP criminaliza el ser diferente, la diversidad lingüística y cultural. Si además se toman medidas legales contra decisiones del Gobierno o del Parlamento vasco, pues entonces te sientes asediado por tierra, mar y aire. No sólo por parte del Gobierno, sino también por aquellos representantes institucionales que deberían ser garantía de imparcialidad. No existe otra salida que buscar un mínimo común denominador y defenderlo. Y en este punto somos mayoría, pues es el PP el que se sitúa extramuros de la política catalana. Pero es una propuesta excepcional sólo aplicable a una situación excepcional.

P. Sus detractores opinan que esta propuesta tan sólo es una excusa para evitar pronunciarse sobre sus pactos poselectorales.

R. Me parece irresponsable que en un país democrático normal se rechace de plano una propuesta sensata y conciliadora. Algo tan elemental como que cuatro ojos ven mejor que dos, o que en temas concretos haciendo piña saldremos ganando. Quien lo rechace es que está instalado en un sectarismo y dogmatismo sin precedentes. No se puede hablar de pactos poselectorales sin conocer los resultados. Y no está escrito en ninguna parte que el presidente tenga que ser el cabeza de la lista más votada. Estas elecciones no son presidenciales. Las mayorías podrán hacerse de muchas maneras.

P. Hasta el propio lehendakari asegura que su propuesta no es rupturista. ¿Lo es la de ERC?

R. Felicito al lehendakari por este gesto de inteligencia política al acudir a la conmemoración del 25º aniversario de la Constitución. La palabra ruptura no tiene ningún sentido en el marco de la UE, sino que es un proceso de soberanía democrática. Pero no soy yo quien ha de dar motivos para que en Cataluña no nos den otra salida que elegir la vida de otros países europeos. Que el PP no tenga un modelo respetuoso hacia la diversidad plurinacional, lingüística y cultural es lógico. Pero que 70 años después de la experiencia republicana tampoco lo tenga la izquierda española es enormemente preocupante. ¿Cómo veríamos un Estado federal? Por supuesto, infinitamente mejor de lo que tenemos ahora. ¿Quién lo defenderá? ¡Si el PSOE aprobó un documento en Santillana que la palabra federalismo no aparece por ninguna parte! Cataluña quiere un Estado: federado o libre. Si nadie nos plantea un marco de convivencia igualitario en derechos y deberes, no nos deja otra salida que un Estado libre en el marco europeo. Si este Estado que pagamos no nos sirve para nuestros intereses, pues que se lo queden. Ahora, si avanzamos verdaderamente hacia un Estado federal, ERC está dispuesta a tener representantes en el Gobierno.

P. Entonces, cuanto más a gusto se encuentren en un Estado federal, menos reivindicarán un Estado propio.

R. En estos momentos es más utópico pensar en una España federal que en una Cataluña independiente, porque la Cataluña independiente sólo depende de nosotros. Si somos mayoría, nadie nos podrá parar. Pero un Estado federal no lo hemos conocido nunca y no sabemos cómo puede ser. Por desgracia, la gran asignatura pendiente, después de 28 años de la muerte de Franco, es que la España castellana asuma, con orgullo, la diversidad lingüística y cultural del Estado. Y si no es así, ¿cómo esperan que lo sea la lengua y la cultura castellana para el resto?

P. ¿Cómo se llega a un Estado normal?