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El Gobierno elige a una independiente como nueva delegada en Cataluña

Susanna Bouis, de 35 años, era la número dos de García-Valdecasas

El Consejo de Ministros nombró ayer a Susanna Bouis, de 35 años, nueva delegada del Gobierno en Cataluña en sustitución de Julia García-Valdecasas, que ha asumido el Ministerio de Administraciones Públicas. Bouis forma parte del núcleo más cercano a García-Valdecasas desde 1996 y era la subdelegada desde 2002, aunque su perfil es más técnico y menos político, y ni siquiera tiene el carnet del Partido Popular (PP).

Bouis ha tenido que interrumpir precipitadamente las vacaciones sólo dos días después de haberlas iniciado ante la semana loca en la Delegación del Gobierno en Cataluña. Ésta empezó el martes a las seis de la tarde, cuando el presidente del Gobierno, José María Aznar, llamó a Julia García-Valdecasas citándola en Madrid. A partir de aquí, la secuencia ha seguido los cauces previstos: la delegada del Gobierno, ascendida a ministra; y su segunda, nombrada nueva delegada a sugerencia de la propia García-Valdecasas y con la aquiescencia de Josep Piqué.

La nueva delegada del Gobierno, licenciada en Veterinaria, casada y con dos hijos, forma parte del reducido y joven equipo de colaboradores que formó García-Valdecasas tras ser nombrada, en 1996. Fue su jefa de gabinete desde el inicio, hasta que en 2002 fue designada subdelegada.

Su elección prefigura una apuesta por la continuidad, aunque Bouis tiene un perfil más técnico y menos político que su predecesora. Cuando García-Valdecasas fue nombrada delegada del Gobierno su militancia en el PP era de baja intensidad, pero la nueva delegada ni siquiera tiene el carnet del partido. No obstante, fuentes de su entorno subrayaron ayer que su implicación en el proyecto del Gobierno del PP es "total y absoluta".

Asesora parlamentaria

El perfil técnico de la nueva delegada del Gobierno está acreditado en su currículo: entre 1993 y 1995 fue asesora parlamentaria del diputado independentista Josep Maria Reguant, quien pasó al Grupo Mixto tras abandonar Esquerra Republicana (ERC). Posteriormente, sin dejar los servicios técnicos de la Cámara, fue asesora del conservador Julio Ariza, en aquel momento la mano derecha de Aleix Vidal-Quadras en el Parlament, antes de convertirse en jefa del gabinete técnico de García-Valdecasas.

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Su condición de independiente causó decepción entre determinados sectores del PP catalán, que ven de nuevo como muchos de los puestos de responsabilidad son ocupados por personas sin vinculación con el partido. Y fue también un mazazo para el sector fernandista, que estaba convencido de que con la elección de Mariano Rajoy como nuevo candidato del PP se le abría un vasto margen de influencia política en Cataluña.

Fuentes próximas a la nueva delegada señalaron que su principal objetivo será mantener el "alto listón" que a su juicio deja García-Valdecasas y el clima de colaboración entre las instituciones. El portavoz del Gobierno catalán, Felip Puig, dijo ayer en Tarragona que no espera demasiado de la nueva delegada: "Es una persona correcta, pero que nadie espere que modificará la insensibilidad del Gobierno central hacia Cataluña", informa Lali Cambra.

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