El Gobierno ha debido suspender la limpieza de zonas rocosas al llegar más fuel
El Gobierno vasco tuvo que suspender una operación de limpieza de zonas del litoral de difícil acceso manchadas por el fuel del Prestige ante la persistente llegada de chapapote a la costa. "Tuvimos que parar. No tenía sentido limpiar unas calas que inmediatamente se ensuciaban", reveló ayer el consejero de Medio Ambiente, Sabin Intxaurraga. Su departamento comenzó a actuar en mayo para recuperar áreas como San Juan de Gaztelugatxe, en Vizcaya, o Txingudi, en Guipúzcoa, pero en julio se tuvo que dar por vencido.
El consejero espera que este programa pueda retomarse en los próximos meses, aseguró ayer en la inauguración de un curso de verano de la UPV en San Sebastián. Tres días después de que el Ejecutivo central admitiese la posibilidad que el buque haya vertido al mar 23.000 toneladas más de las que inicialmente reconoció, Intxaurraga le acusó de intentar "engañar" a la sociedad, "ocultando la realidad" para "tapar sus responsabilidades".
El Gobierno del PP actuó "tarde y mal" y con una "absoluta falta de transparencia" y "nosotros sufrimos las consecuencias", enfatizó Intxaurraga. "Administraciones como la vasca hemos tenido que actuar para paliar las repercusiones de la catástrofe, aun no teniendo competencias en materia de Salvamento y demás. Hemos invertido más de 50 millones de euros", recordó.
Los servicios de limpieza recogieron ayer en las playas 1.876 kilos de residuos impregnados en chapapote (1.415 en Vizcaya y 461 en Guipúzcoa); en el mar se encontraron pocas manchas.
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