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Lazkano: "Pararse a mirar el paisaje puede ser hoy en día revolucionario"

El artista presenta en Bilbao una selección de su obra de los últimos 15 años

Jesús Mari Lazkano (Bergara, 1960) descubre con sorpresa la tensión de los cuadros que pintó hace ya 14 años, "tan distintos de como los recompone la memoria". En la exposición antológica Lazkano 1989-2003 se suceden las series de paisajes hiperrealistas de Urdaibai, Roma o Nueva York; espacios abiertos, jardines, o tramas urbanas; naturaleza o arquitecturas plasmadas en un ejercicio virtuoso de pintura clásica. "Pararse a mirar el paisaje puede ser hoy revolucionario", asegura el autor en una entrevista con EL PAÍS.

La exposición se inauguró ayer en el aula de cultura BBK (Elcano,20) con medio centenar de obras, que resumen el contenido de un catálogo razonado de toda su producción artística, cerca de 500 pinturas, que ha dirigido Kosme de Barañano, director del IVAM. La muestra permanecerá abierta hasta el próximo 4 de octubre.Padre de dos hijos, profesor de Pintura en la Facultad de Bellas Artes de la UPV, por la que es doctor, Lazkano vive en Gautegiz-Arteaga, en plena reserva de Urdaibai, es aficionado a la montaña y a la ópera, y se declara fascinado por el Renacimiento italiano. Su pintura revela el gusto por el trabajo minucioso, el detalle y el equilibrio, pero el pintor se ve a sí mismo como un ser despistado, quizá un poco caótico.

Kosme de Barañano le sitúa en "la tradición de los pintores cultos" con asociaciones que llegan tanto a la pintura europea como oriental. "Suena muy rimbombante", dice el autor con un tono de disculpa. "Soy consciente de que no he sido el primer pintor de la historia; detrás de mí hay una cultura de pintura y de representación y yo he ido a buscar esas fuentes. Voluntariamente he construido mi pequeño gran museo histórico. Esa herencia de la historia del pensamiento no actúa como una losa, sino todo lo contrario, es un tampolín", afirma.

Lazkano reconoce que su pintura no se encuentra en el centro de la corriente dominante. "La pintura lleva desarrollándose desde hace miles de años de manera natural, nos pertenece. Es absurdo que ahora lleguemos a la conclusión de que por cuatro intelectuales decidan que no es el momento, dejemos de hacerlo", defiende. "Que esté cuestionada ahora es circunstancial, e interesantísimo porque permite que se puedan desplegar otros campos. Se puede ser pintor, instalador o artista conceptual".

Asentado con éxito su personal estilo de plasmar los paisajes, Lazkano reflexiona sobre la actualidad de la pintura. "Lo que entendemos como oportuno en cada momento, en la mayoría de los casos no depende de nosotros, sino de los medios de comunicación, de la crítica que decide qué hay que ver y qué no, y de un grupo de museos y galeristas que decide qué se expone. Al final, los artistas estamos determinados por ese entorno que hace que la estética se mueva en determinadas direcciones", piensa. "La pintura está hoy al margen de la corriente, pero siempre ha habido artistas al margen de las corrientes generales. No es lo más importante. Tendríamos que hablar sobre qué estamos contando con cada una de las herramientas, sea la pintura, el cine o el arte conceptual; sea con un ordenador o un pincel".

Contemporáneo

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El pintor defiende la contemporaneidad de sus paisajes . "Quizá se lleve haciendo lo mismo muchos años, pero nosotros no somos los mismos", dice. "No miramos el paisaje de la misma manera, no nos preocupan las mismas cosas. Pararse a mirar el paisaje hoy en día puede ser revolucionario. La velocidad de los acontecimientos nos está llevando a eliminar muchas cosas. La gente puede considerar que, simplemente, mirar al cielo no sirva para nada; total, ya tiene la predicción meteorológica en el periódico o en Internet. Recuperar los objetos para la mirada es ya un acto de contemporaneidad. Independientemente de que el cuadro que salga sea bonito o feo".

Lazkano ve un panorama artístico que ha caído en el infantilismo a fuerza de simplificar. "Se ha exagerado tanto la innovación que han perdido fuerza otros valores", destaca."El boom del arte tecnológico en la mayoría de los casos está vacío: aunque el soporte sea por sí mismo muy atractivo, no cuenta nada interesante. Necesitan tiempo para indagar y entrar de lleno". Mientras, seguirá pintando como siempre, reconociéndose heredero de siglos de arte.

La muestra que ahora se presenta en Bilbao resume su producción de los últimos 15 años, desde que el artista visistó Nueva York y comenzó lo que él mismo calificó ayer, en la presentación de la antológica, como un "cambio de giro". De Barañano destacó en el acto que el pintor guipuzcoano es "uno de los mejores" en la composición de los cuadros y "uno de los pocos pintores que tiene su propio color, en este caso el verde húmedo del País Vasco y sus inviernos", que se encuentra en casi todas sus composiciones.

Lazkano posa ante <i>Las nubes no se disipan o el espacio en multiplicación, </i>un acrílico de 2001 presente en la muestra.
Lazkano posa ante Las nubes no se disipan o el espacio en multiplicación, un acrílico de 2001 presente en la muestra.LUIS ALBERTO GARCÍA

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