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EL AGOSTO DE VICENTE BELDA

Del Tour a la Vuelta

Vicente Belda tendrá que esperar un par de meses para irse de vacaciones. Si se entiende el Tour de Francia como los exámenes de fin de curso, Vicente Belda sería como un estudiante que ha de poner toda la carne en el asador en las pruebas de septiembre, que sería la Vuelta Ciclista a España, para aprobar el curso. "Este mes de agosto no tengo vacaciones, hay que preparar y concentrarse en la Vuelta Ciclista a España. El curso de un ciclista no acaba hasta noviembre", se conforma Vicente Belda.

Tras regresar de Francia, poco satisfecho con la labor realizada en el Tour de Francia por parte del equipo del que es director deportivo, Kelme Costa Blanca, se ha instalado en su Cocentaina natal para soportar mejor los calores de agosto. "Estoy apoyado en mis apuntes, no puedo dejar de lado el trabajo. Hay días, como estos últimos en que el teléfono no ha parado de sonar. Aquí vivo en el campo en una casa con piscina e intento llevarlo todo delante de una manera más relajada".

Al corredor contestano no le seduce nada la idea de pasar sus vacaciones viajando de hotel en hotel. "Yo en esto de los hoteles ya estoy un poco machacado", explica, al tiempo que presume de haber estado en algunos de los mejores lugares del planeta gracias a su trabajo.

En el intermedio de las carreras ciclistas de Francia y España estos días de agosto Vicente Belda piensa dedicarlos a su familia, su mujer y sus cuatro hijos con los que si se presenta hará "alguna escapadita corta a la playa". Este será el preámbulo de sus verdaderas vacaciones que no llegarán hasta el mes de noviembre. Vicente Belda ha puesto el ojo para pasar estos días en la Isla de San Andrés, en Colombia en la que, si todo va bien, tratará de desconectar un par de semanas. "Conozco esta isla por algunos compañeros de equipo que son de Colombia. Es un lugar de descanso para el turismo nacional. Si consigo reunir todos los medios me iré allí unos días".

No se puede decir que Vicente Belda, a quienes sus paisanos premiaron su constante reconocimiento allí donde ha ido dedicándole una calle de Cocentaina, sea muy devoto de las fiestas de Moros y Cristianos que este fin de semana han llenado las calles de la población. "Un año me invitaron a salir y disfruté tanto que no he vuelto a repetir", señala irónico.

Mientras sueña con su escapada vacacional, el ex ciclista contestano se concentra "al 100%" en la próxima ronda. "Este mes hay otras carreras, pero yo no asisto como director deportivo". Su empeño se va a centrar en mejorar la actuación de su equipo en la vuelta ciclista a España en septiembre. Para lograrlo formula un deseo: "Que se acabe la crisis que últimamente rodea al ciclismo". Es así consciente de la imagen poco agraciada que están dando algunos corredores y los problemas que acarrean algunos controles antidoping para los equipos, que han desembocado en una situación laboral poco estable para el sector de los deportistas a los que más quiere.

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