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Reportaje:

Niños sin protección

De los 13 menores de 12 años muertos en accidente de tráfico en 2002 en Cataluña, sólo uno usaba algún sistema de seguridad

Los padres no toman medidas de precaución cuando sus hijos pequeños van en coche y esto puede tener efectos dramáticos en caso de accidente. Las cifras hablan por sí solas. De los 13 menores de 12 años que en 2002 murieron en accidentes de tráfico, sólo uno llevaba algún sistema de seguridad pasivo. Los restantes iban totalmente desprotegidos. Son algunas de las cifras que dio ayer el Servicio Catalán de Tráfico (SCT) al hacer balance del primer año y medio de aplicación del plan de seguridad viaria para el trienio 2002-2004.

La Generalitat de Cataluña aprobó este plan en marzo del año pasado y se marcó como objetivo reducir el número de muertos y heridos graves el 15% en estos tres años respecto a las cifras del año 2000. De momento, parece que va por buen camino. En los primeros siete meses de 2003 se han producido el 11,3% de muertos menos y el 3,7% de accidentes mortales menos en las carreteras catalanas con relación al mismo periodo del año anterior.

De una muestra de peatones muertos por atropello en 2002, el 42% había ingerido bebidas alcohólicas

El SCT también ha constatado que hay una tendencia decreciente del uso de sistemas de seguridad. Si en el año 2000 el 89% de los motoristas llevaban casco, esta cifra baja cinco puntos y se sitúa en el 83% en lo que va de año. En cuanto al cinturón de seguridad, hace tres años lo llevaban casi el 68% de los usuarios de automóviles, y este año el dato disminuye hasta el 61%. Joan Delort, director del SCT, lamentó ayer que estas cifras presenten una tendencia a la baja a pesar de todas las campañas de sensibilización que se han elaborado para fomentar su uso.

Otro dato curioso y a la vez alarmante que arrojan las cifras del Instituto Nacional de Toxicología recogidas por el SCT es que de una muestra de peatones muertos por atropello en 2002, el 42% había ingerido bebidas alcohólicas. En este caso no se aplican los mismos baremos de alcoholemia que con los conductores, sino que es el forense quien determina si la víctima tenía las facultades perturbadas por el alcohol, según fuentes del SCT.

En cuanto a los controles preventivos realizados por los Mossos d'Esquadra de enero a julio de este año, las cifras de Tráfico muestran que el porcentaje de positivos ha disminuido si se comparan estos datos con los del mismo periodo del año anterior. El número de resultados positivos ha pasado del 4,85% al 2,92%. También se redujeron las pruebas que dieron positivo en los controles efectuados tras un accidente de tráfico, que pasaron del 16,38% al 15%.

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La consejera de Justicia e Interior, Núria de Gispert, también presente en la rueda de prensa de balance del plan, destacó la importancia de este descenso y dijo que esto demuestra que la ciudadanía cada vez está "más concienciada" de que conducir bajo los efectos del alcohol es peligroso. Lo que la población todavía no percibe como peligroso, sostuvo De Gispert, es el exceso de velocidad. Éste sigue siendo el caballo de batalla de las autoridades de tráfico. Los Mossos realizaron hasta el pasado 31 de julio un total de 8.086 controles preventivos de velocidad y denunciaron a casi 80.000 conductores, mientras que en todo el año 2002 denunciaron a 75.000. Uno de estos conductores acumula 36 denuncias por haber infringido gravemente los límites de velocidad.

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