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Sacresa se lanza al ocio

La promotora catalana diversifica su actividad hacia sectores con mayor nivel de riesgo

Dos operaciones financieras en menos de medio año han puesto a Sacresa, una compañía de un perfil tradicionalmente bajo, en el escaparate. Especialmente una: su sorprendente apuesta por Metrovacesa a mediados de abril adquiriendo una participación del 9,1% erigió a la promotora catalana como árbitro en la dura pugna librada entre Bami y los grupos italianos Caltagirone y Marchini por el control de Metrovacesa. Hace apenas semana y media, la empresa de la familia Sanahuja daba un nuevo golpe con el anuncio de la adquisición del 6% de Parques Reunidos, confirmando así la diversificación de Sacresa hacia el sector del ocio.

Sacresa y la familia Lara, socios en Parques Reunidos, han procurado a la constrctora ACS su primera incursión inmobiliaria
Los Sanahúja pretenden crecer con promociones alternativas a las residenciales. El sector lúdico es una de sus principales bazas

La promotora, que inició sus actividades a principios de los años sesenta bajo la firme mano del traspasado constructor Román Sanahuja Bosch, padre del atual presidente de la companía, Román Sanahúja Pons, pretende crecer ahora con promociones alternativas a las residenciales, que constituyen una apuesta más arriesgada.

Muestra de ello es la cada vez más intensa apuesta por progresar de la mano de los centros lúdicos a través de su nueva línea Centro de Ocio Opción. El primero de estos centros ha abierto sus puertas en Alcorcón (Madrid), con una superficie de 37.000 metros cuadrados de cines, restaurantes, piscinas, boleras y locales nocturnos, entre otros.

Sin embargo, los dos proyectos inmobiliarios más emblemáticos de Sacresa, lúdicos también, se ubican en Barcelona. Esta ciudad le brindó la oportunidad de edificar un potente grupo gracias al desarrollismo de los años cincuenta y sesenta, con operaciones como el malogrado Turó de la Peira y, ya en la década de los noventa, con el centro comercial de l'Illa Diagonal.

Uno de los grandes proyectos es Porta Barcelona-Finestrelles, en la entrada sur de la Diagonal, que incluye zona comercial, de ocio y unas 700 viviendas. La inversión prevista oscila entre los 420 y los 450 millones de euros, que serán aportados por Sacresa en más de un 50%, mientras que Inversiones Hemisferio (la sociedad patrimonial de la familia Lara, dueña de Planeta) invertirá entre el 15% y el 20%, y ACS, la constructora que preside Florentio Pérez, un 4,5%.

El segundo es el centro Arenas Plaza de Barcelona, un complejo lúdico y cultural que se instalará en el antiguo coso taurino de Las Arenas de la capital catalana, construido en 1899 y en desuso desde 1990. El centro, cuya finalización está prevista para finales de 2005, supondrá una inversión de 120 millones de euros, que financiarán Sacresa (en un 55%) y sus socios, otra vez Hemisferio (30%) y ACS (15%).

Con un par de socios

Las alianzas con Sacresa y la familia Lara constituyen justamente la primera incursión de la constructora de Florentino Pérez en el sector inmobiliario. Esta relación triangular se remonta a Gransarrià, la operación de promoción de viviendas que realizaron en los terrenos que ocupaba el antiguo campo de fútbol del Espanyol. Se da la circunstancia de que Hemisferio, con el 14,82% del capital, es el principal accionista de Parques Reunidos, empresa que en los últimos días ha copado la atención de Sacresa, que ha tomado un 6%.

Más allá de relaciones fraternales, el sector considera que la diversificación de Sacresa entraña un punto de riesgo que la promoción de viviendas no tiene. Desde todo el encaje lúdico de Las Arenas hasta la comercialización de Torre Millenium, otro de los proyectos emblemáticos de la firma catalana. "¿Un centro de oficinas en Sabadell?".

La empresa, considerada una de las más opacas de Cataluña, cerró 2002 con un volumen de facturación de 166 millones de euros y estima un crecimiento del 11,5% para este año y otro del 19% para el siguiente. Los proyectos para el periodo 2005-2010 contemplan una oferta de 10.000 viviendas nuevas, 123.000 metros cuadrados de oficinas y 167.000 metros más destinados precisamente a ocio. Sacresa reconoce que está buscando terrenos en centros urbanos o en los alrededores de los núcleos urbanos para instalar centros lúdicos.

El control por Metrovacesa

Aumentar o disminuir la participación en Metrovacesa. Éste es uno de los interrogantes a discernir tras la adquisición por parte de Sacresa del 9,1% del capital de la inmobiliaria controlada por Bami, o lo que es lo mismo, por Joaquín Rivero, presidente de ambas.

Mientras el presidente de Sacresa, Román Sanahúja, declaraba, una semana después de conocerse su participación en la controvertida inmobiliaria, que la entrada de la promotora catalana era una inversión "estable" y que por ahora [finales de abril] no está previsto ampliarla, Rivero justificó la notable presencia de miembros de Sacresa en el Consejo de Administración de Metrovacesa por la intención de ésta de aumentar su participación.

Sacresa logró, tras la junta de accionistas celebrada el pasado 30 de junio, tres puestos en el consejo de Metrovacesa, ocupados por Román Sanahúja y sus dos hijos, Tomás y Javier.

Aunque Sanahúja arguye que "vimos que se trataba de una operación interesante desde el punto de vista financiero e inmobiliaro", fuentes del sector aseguran que "nadie protagoniza una inversión de estas características sin pretender ejercer, al menos, el control de la compañía".

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