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LOS DISCOS DE TU VIDA

'Life', de Simply Red

Diego A. Manrique

Life (1995) confirmó la evolución de Simply Red: dejando atrás los inicios de soul crudo, terminó mandando el sonido suave a lo Filadelfia, con incursiones en el reggae, los modismos latinos y hasta la música surafricana. Life generó éxitos como Fairground, Remembering the first time, Never never love y We're in this together. El álbum, de la colección Los discos de tu vida que edita EL PAÍS, se puede comprar desde mañana, viernes, y durante una semana, por 5,95 euros.

A primera vista, Michael James Hucknall (Denton, 1960) es un candidato improbable para el título de Romeo del llamado "soul de ojos azules" (es decir, soul cantado por blancos). Niño consentido criado por un padre proletario, pasa por una art

Hasta mediados de los noventa, Simply Red vendió 30 millones de discos y acumuló premios

school, experiencia común a bastantes de los constructores del más ambicioso pop británico. Además, como retrata la película de Michael Winterbottom 24-hour party

people, Mick es uno de los pocos espectadores del debú de los Sex Pistols en Manchester, un evento mitificado en esa película como primer peldaño para el renacimiento musical de esa ciudad, una década incendiada por las centelleantes carreras de The Smiths, Joy Division, New Order, The Stone Roses y The Happy Mondays. Hasta 1984, Hucknall malvive en el underground de los sellos indies al frente de The Frantic Elevators, pandilla de espíritu punki

que evoluciona hacia la new wave hasta que tiene una revelación: aunque la prensa musical (londinense) jure por las nuevas tendencias, existe una hambruna (nacional) por el soul. Demanda que no pueden cubrir los artistas afroamericanos, que han evolucionado hacia un R & B genérico de contenido monotemático.

La intuición de Mick le lleva hacia la idea de reclutar una banda de soul estilizado, inmediatamente fichada por la multinacional Warner Music. Más allá de las incansables letras de almohada propias del R & B, se trata de añadir reflexiones existenciales, comentarios ecológicos o directamente políticos. Su primer éxito, en 1985, es Money's too tight to

mention, una pieza de los estadounidenses Valentine Brothers: la denuncia del empobrecimiento de los menos favorecidos bajo Reagan es aplicable a las circunstancias del Reino Unido de Margaret Thatcher.

Otro acierto es bautizarse como Simply Red: aparte de las connotaciones ideológicas, Red (Pelirrojo) es el apodo de Hucknall en los medios musicales de Manchester. Así se personaliza en él todo el concepto: Simply Red se evapora paulatinamente como grupo hasta que sólo queda su soberbio cantante en las portadas, las entrevistas, los vídeos. Mick es uno de esos triunfadores que adoran muchos británicos: físicamente atípico, se deleita en disfrutar públicamente de su nuevo papel como estrella, relacionado sentimental o sexualmente con figuras del cine, el deporte, las pasarelas. Y se acomoda en la jet set europea, perseguido por los paparazzi, empeñados en captar su cabellera leonina y el rubí en su dentadura.

Y todo sin dejar de presumir que sigue votando laborista. Así se solidifica el personaje: socialista de caviar, bon vivant de la Costa Azul (con domicilio oficial en Milán, cuestión de impuestos y de cercanía a sus tiendas favoritas). Hasta mediados de los años noventa, Simply Red vende 30 millones de discos, acumula todo tipo de premios, participa en conciertos de alta visiblidad mediática. Juega a dos manos: lo mismo edita himnos futbolísticos que actúa ante los potentados de los Emiratos Árabes Unidos durante las carreras de caballos de Dubai.

El álbum Life muestra su pulcritud creativa: producen Hucknall y el fiel Stewart Levine, que realizan su trabajo con la contratación de maestros como el bajista de funk Bootsy Collins, el trompetista surafricano Hugh Masekela y la sección rítmica por antonomasia de Jamaica, Sly Dunbar y Robbie Shakespeare. Por encima, la flexible voz achocolatada del chico que una noche vio a Johnny Rotten y decidió que sí, que también él iba a intentarlo.

Michael James Hucknall, líder de Simply Red.
Michael James Hucknall, líder de Simply Red.REUTERS
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