"Es imposible un acuerdo sin una intervención internacional"
Shlomo Ben Ami deja entrever en todas sus respuestas su escepticismo sobre la Hoja de Ruta y la tregua entre israelíes y palestinos. "Todo se aguanta con alfileres", precisa. El diputado laborista y ex embajador israelí en España, que intervino ayer en un seminario en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, cree necesario que haya un mandato internacional dirigido por EE UU que imponga la línea a seguir.
Pregunta. ¿Que opinión le merece la Hoja de Ruta?
Respuesta. Es muy ambigua y no tiene contenidos precisos. Si las cosas marchan bien, cosa que dudo mucho, de aquí a un año estaremos en la misma situación que Barak y yo tuvimos antes de ir a Camp David. Tarde o temprano será necesario poner sobre la mesa unos parámetros más precisos y en ese momento se verá que es imposible llegar a un acuerdo sin la intervención de un mandato internacional en los territorios palestinos.
P. ¿Quién sería el mayor responsable de este mandato?
R. Inevitablemente EE UU, porque tiene la confianza de ambas partes, pero es importante que no sea exclusivamente americana. Hay quien piensa que debería ser la OTAN. En EE UU ha habido políticos y militares que han comentado la posibilidad de enviar fuerzas internacionales a la zona cuyo eje central sería americano. También se podrían enviar observadores, fuerzas de imposición con facultades de realizar un seguimiento del proceso o incluso acompañar a la creación de instituciones democráticas como en Irak.
P. ¿Le ve futuro a la tregua?
R. Está cogida por alfileres. Soy bastante escéptico. El primer ministro palestino, Abu Mazen, no tiene el control de Hamás. Tanto ellos como nosotros tendremos que enfrentarnos a los radicales respectivos, y con las condiciones actuales no está garantizada la tregua. Cualquier incidente la puede romper. Sharon no dudará en responder a cualquier ataque palestino.
P. ¿A qué se debe el cambio de actitud de Sharon?
R. No ha cambiado. Sharon siempre ha tenido un deseo genuino de establecer logros históricos. Aunque tampoco le quedaron muchas alternativas tras la victoria de Bush en Irak y la neutralización de las grandes amenazas estratégicas como Irán, Irak y Siria. Tampoco hay que olvidar que la Hoja de Ruta no exige grandes sacrificios en su primera fase para la derecha israelí. Desmantelar algunos asentamientos ilegales, que no son ni asentamientos, o volver a las fronteras del 28 de septiembre es digerible.
