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Duisenberg regaña a los líderes de la UE por no reformar sus economías

El presidente del BCE insinúa que no bajará tipos la próxima semana

El presidente del BCE, Wim Duisenberg, acusó ayer a Alemania, Francia e Italia de no tener "ambición" suficiente para emprender profundas reformas estructurales y estimular sus economías. "Nosotros hemos hecho los deberes, ellos en cambio se han quedado atrás", declaró. En su despedida ante el Parlamento Europeo, Duisenberg insinuó que no bajará tipos la próxima semana y afirmó que "no hay peligro de deflación" en la zona euro.

"No son justos los llamamientos de Schröder, Raffarin y Berlusconi cuando piden al BCE que haga más para impulsar el crecimiento económico", declaró ante el Parlamento Europeo reunido esta semana en Estrasburgo.

Duisenberg presentó por última vez el informe anual del banco y se despidió de los eurodiputados en un hemiciclo prácticamente vacío. Acompañado por el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, el ex ministro de Finanzas holandés recibió calurosa felicitaciones por su gestión al frente de la entidad durante los pasados cinco años y "buena pesca" ahora que se jubila.

El presidente del BCE, que cumplirá 68 años el próximo día 9, abandonará el cargo a finales de octubre y será sustituido por el actual gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet tras el visto bueno que dieron los líderes de los Quince en la pasada Cumbre de Salónica.

"Los tipos de interés se encuentran en la zona euro a niveles mínimos históricos tanto en términos reales como nominales", afirmó al recordar que el BCE los había modificado en los últimos seis meses tres veces con una rebaja de 1,25% y que están fijados actualmente en un 2%, un punto por encima de EEUU.

Insinuó que el BCE no hará ninguna nueva rebaja cuando se reúna la próxima semana su junta de gobernadores en contra de los deseos expresados públicamente por el canciller federal alemán, Schröder. Para Duisenberg, el actual nivel es idóneo.

"Parte de la debilidad del crecimiento en la zona euro puede estar vinculada a la falta de ambición de los gobiernos en la aplicación de reformas fiscales y estructurales y mejorar el clima de inversión y el empleo", declaró el máximo responsable de la autoridad financiera europea.

El crecimiento estimado del PIB en la zona euro en 2002 fue del 0,8% en comparación con el 1,4% en 2001. La previsión para 2003 es de apenas un punto gracias a las señales que anticipan un modesto repunte de la economía en el último trimestre del año.

EL BCE cree que durante el presente ejercicio se mantendrá la estabilidad de precios. La inflación en la zona euro el pasado mes fue del 2%. Duisemberg calcula que ese porcentaje bajará algo en los próximos meses y subirá ligeramente por encima del 2% el año que viene. "No hay peligro de deflación", subrayó.

Defendió también el todavía presidente del banco emisor europeo la ortodoxia del Pacto de Estabilidad, que en estos momentos incumplen Alemania, Francia, Italia y Portugal, y dijo que "el BCE seguirá defendiendo a la Comisión Europea" para su cumplimiento.

Pese a las alabanzas casi generalizadas de todos los grupos parlamentarios por el éxito del lanzamiento y gestión del euro, algunos eurodiputados criticaron al BCE de no ser demasiado transparente y solicitaron la publicación de las actas de las reuniones de la junta y las votaciones.

Duisenberg (izquierda), ayer en el Parlamento Europeo junto al comisario Pedro Solbes.
Duisenberg (izquierda), ayer en el Parlamento Europeo junto al comisario Pedro Solbes.AFP

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