_
_
_
_
_
Signos

Los Delinqüentes continúan con su música "garrapatera" en su segundo trabajo discográfico

El próximo 4 de julio recogen el disco de oro por las 50.000 copias vendidas de El sentimiento garrapatero que nos traen las flores, su álbum de debú. Ahora, Los Delinqüentes llegan con la segunda parte, Arquitectura del aire en la calle, editado también por Virgin, un disco que continúa la línea de lo que el trío jerezano llama "música garrapatera": "Esa expresión la acuñó Miguel [Benítez, voz principal y guitarra]. Es la que está relacionada con la calle, con estar todo el día al sol, disfrutando de la vida y de la guitarra flamenca; es música embarrada, o estar embarrao en el fango", dice Diego Pozo, el guitarra solista.

Si en el primer álbum eran las flores -o más bien, "la masa marroquí, el polen, el hachís"- la fuente de inspiración de unos determinados sentimientos, Arquitectura del aire en la calle hace referencia al "humo", al aire de la calle, al ambiente hippy y la arquitectura: "a las formas que crea el humo de la marihuana", añade Marcos del Ojo Canijo (guitarra y voz). Rumba, rock, rap, ska, un pasodoble gaditano muy rockero, blues, algo de funk y mucha gitarra flamenca se juntan en este segundo trabajo: "Sonamos muy blueseros y muy andaluces tocando", comenta Pozo.

El disco se abre con Los Delinqüentes y la Banda del Ratón, un pasodoble gaditano que sirve de presentación a los músicos de la banda que suele acompañarlos en los directos. Si Gato callejero es un tema rockero y "cañero", tocado con dos cajones, dos guitarras y un bajo, El rey del regaliz es música de baile con una melodía muy flamenca. "Es muy paranoico y psicodélico", precisa Pozo. Y Joaquín Carachapa y la pequeña nube suena a Zeppelin. "Está dedicado a una novia guapa y bonita como una nube. Joaquín es mi alter ego. Se salta las vallas, no quiere la guerra, es un ladrón, la policía los persigue y se fugan juntos. El amor, cuando hay, está ahí siempre. Es muy hippy, muy de Zeppelin", explica el Canijo.

Pero además, el disco incluye un homenaje al rockero sevillano Silvio, fallecido hace casi dos años. "Era un tío garrapatero. Nos gusta mucho. La raggazza del elevatore es un tributo. Es la primera versión que hacemos, pues todos los temas son nuestros o de los músicos de la Banda del Ratón", agrega Marcos del Ojo. Al final de la canción han añadido la voz de Silvio extraída de un programa radiofónico de Jesús Quintero.

Los Delinqüentes reivindican sus influencias, que van desde Jimi Hendrix, los Rolling, los Beatles y Led Zeppelin a Kiko Veneno, Pata Negra, Agujetas. "Tenemos muchas influencias musicales, sobre todo la música de los sesenta y setenta. En verdad nos gusta todo, y el rollo flamenco y de la fusión, aunque todo lo que hacemos es garrapatero", concluyen.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_