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Reportaje:

Coitomanía

La sexóloga Olga Bertomeu deshace mitos y falsas creencias en el libro '¿Has encontrado en el sexo lo que esperabas?'

La psicóloga y sexóloga Olga Bertomeu lleva 23 años deshaciendo mitos, prejuicios e ideas equivocadas en torno al sexo.Por ejemplo, la desacertada distinción que hizo Sigmund Freud sobre el doble orgasmo femenino. "Freud era misógino. Según su teoría, el orgasmo vaginal correspondería a las mujeres equilibradas y maduras, y el clitoriadiano a las desequilibradas e inmaduras. Todas somos clitoriadianas", sostiene Bertomeu, que nació en Barcelona pero lleva casi toda su vida viviendo en Sevilla.

La sexóloga asegura que todavía hoy el desconocimiento en torno a la sexualidad femenina es enorme: "Muchas mujeres llegan a mi consulta diciendo que son raras porque no sienten nada con la penetración. Y es que se parte de un error de base: que el rozamiento pene-vagina lleva al orgasmo a la mujer". Su libro ¿Has encontrado en el sexo lo que esperabas? (Grijalbo), además de poner a Freud en su sitio, analiza las causas de la insatisfacción sexual y propone soluciones. "O se espera mucho o estamos mal informados. Nunca encontramos en él lo que soñamos", dice Bertomeu, que reivindica la "sentimentalización" de las relaciones sexuales por la mujer. "El amor es el alma del sexo. Éste no funciona a veces porque los sentimientos fallan. Nosotras

hemos dado rango superior a las relaciones íntimas, porque el sexo a secas lo hacen los animales", señala.

La psicóloga atribuye a la mala información muchas de las disfunciones sexuales, unos prejuicios históricos de origen religioso y cultural más evidentes en el sur. "La mitad de las mujeres en Andalucía son anorgásmicas", calcula. Unas estimaciones que pueden ser superiores, pues "muchas no dicen la verdad en las encuestas".

Autora de Todo lo que hay que saber sobre el sexo... y algo más, Bertomeu tiene un programa en Canal Sur Radio, Habla con Olga. Cree que muchos problemas provienen del desconocimiento del propio cuerpo: "Muchas renuncian a explorarse y a pedir lo que desean esperando que el hombre les descubra el placer". También insiste en la desmitificación del coito: "La masturbación todavía se considera sexo de tercera, y la penetración es el 10, el paradigma; un paradigma envenenado, porque se ha tratado de legitimar el sexo a través la reproducción". Y recuerda que el órgano erógeno femenino es el clítoris y la vulva, no la vagina.

"El sexo está en la mente, ahí se fragua todo. Tenemos que darnos permiso para el placer", recomienda. De hecho, la falta de deseo es la disfunción más corriente, incluso en el hombre. "Hay pereza de amar. Al sexo no se llega automáticamente. Se están perdiendo los pasos previos, el cortejo, la seducción". Éstas y otras cuestiones, como la infidelidad, los celos, las disfunciones masculinas, el sentimiento amoroso, la orientación sexual, las aberraciones y el intrusismo profesional se exponen en el libro.

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