"Han hecho un trabajo increíble"
Una niña de dos años y medio fue rescatada ayer con vida de entre los escombros de lo que fue el apartamento de su abuela por un equipo de rescate de élite francés. La pequeña Yusra Hammeniche no llevaba puesto nada más que una camiseta naranja hecha jirones cuando fue extraída con mucho cuidado de entre las ruinas del edificio de cinco pisos que se derrumbó como consecuencia del peor terremoto que ha sacudido Argelia en más de veinte años.
"¡Ya sale, ya sale!", gritaba un trabajador de los servicios de rescate francés, proveniente de Marsella, mientras la niña era sacada de la casa derrumbada. "Doy gracias a todo el mundo, ustedes han hecho un trabajo increíble", decía el padre de Yusra, Samir Hamenniche, al equipo de salvamento llegado desde Francia para ayudar a los equipos argelinos a desarrollar el rescate, efectuado en muchos casos sólo con almádenas y las propias manos de los trabajadores. "Le dijimos que la rescataríamos", le decía un orgulloso especialista en salvamento al padre de la niña, que en un primer momento creyó que tendrían que cortarle el brazo a su hija. La pequeña se encontraba celebrando una fiesta familiar, sólo de mujeres, en el momento del seísmo. Ha perdido a su madre, su abuela y una tía.
Otra niña de 12 años fue también rescatada tras permanecer 34 horas bajo los escombros. La pequeña Hassiba, que tiene el brazo derecho roto, respiraba muy débilmente cuando fue encontrada. Fue conducida ayer al hospital más cercano. "Es un milagro", comentó uno de los enfermeros del servicio pediátrico que informó de que la niña se encontraba bajo estado de shock. El edificio en el que vivía Hassiba con su familia había sido construido hace sólo dos años. En total han sido doce las personas que han sido extraídas con vida de entre los escombros de las viviendas destruidas por el terremoto.
