A la espera del despegue definitivo

En Córdoba existe desde hace años la sensación de que la ciudad está a punto de despegar, pero parece que un freno le impide dar ese salto a gran urbe. No pocos, como el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Azahara, Francisco Nieto, creen que la ausencia de una industria potente ha mellado ese arranque. El nuevo PGOU, pendiente de las alegaciones, trata ahora de paliar esto con ocho millones de suelo industrial que alguno de los candidatos está dispuesto a vender por toda Europa.

El director de la Real Academia de Córdoba, Joaquín Criado, cree que la ausencia de industria tiene un ejemplo claro en el hecho de que municipios como Lucena y Pozoblanco "den de comer a buena parte de la provincia mientras que los cordobeses tienen que buscar trabajo fuera".

"No valen", dice Criado, "los pretextos de la economía sumergida de la joyería porque la economía sumergida significa pobreza, malos sueldos y malas condiciones laborales", puntualiza. El Parque Joyero, en obras, pretende solventar los problemas de este importante sector del que se dice que si tose, Córdoba se resfría.

Como feudo del PCE, aunque con una sociedad tirando a conservadora, Córdoba ha nadado a contracorriente del color político en Andalucía y en Madrid, excepto de 1995 a 1999, en que gobernó el PP. "Es lamentable, pero esto afecta", dice Nieto. Un ejemplo es que Córdoba es la única capital andaluza que no cuenta con una ronda de circunvalación en condiciones. La variante oeste de la carretera N-IV es esencial en la medida en que dota de comunicaciones a la zona en la que se ubicará el Centro Logístico de Transportes y el Parque Joyero. "El AVE pasa por Córdoba porque está a medio camino entre Madrid y Sevilla", dice Criado.

La paradoja ha querido que la gran historia de la ciudad, llamada ciudad de las tres culturas (cristiana, judía y musulmana), haya estado, según Francisco Nieto, "constreñida físicamente en el desarrollo urbanístico por su importante legado cultural, lo que la convierte en una ciudad abocada al turismo y los servicios". El gran proyecto del Palacio del Sur, un ambicioso centro de interpretación turística que cimentará los primeros pasos para la vuelta de la ciudad hacia el Guadalquivir, tendrá que esperar una legislatura más, la tercera si se cuenta el periplo del PP. Entonces hubo una subvención de 18 millones de euros del Ministerio de Cultura que se fue al limbo cuando el PP salió del Ayuntamiento, recuerda Nieto.

Córdoba cuenta con una sociedad tradicional y muy ligada a la pertenencia de barrio y al asociacionismo. El movimiento vecinal engloba a 96 colectivos vecinales sólo en la capital, más de 200 peñas, además de un fervoroso sector cofradiero. De los vecinos surgió la idea de los presupuestos participativos del Ayuntamiento. "Se debe modificar el sistema ya que se cierran los ejercicios cada año y se empieza de cero al siguiente con propuestas muy individualizadas; y es que un modelo de barrio no se construye en un año", dice Nieto.

Joaquín Criado cree que es una ciudad espléndida para vivir, en la que "todo está cerca y en la que te encuentras a los amigos por la calle, pero es una sociedad encerrada en sí misma y que debe abrirse, ya que fue luz del mundo en otras épocas". "Córdoba se muere en los proyectos", concluye Criado, que no recuerda ya desde cuando circula el soniquete de un nuevo aeropuerto en la ciudad. Aeropuerto al margen, Córdoba parece haber perdido durante años la que Nieto y Criado consideran mejor pista de despegue: la industria.