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La papelera StoraEnso anuncia una fuerte inversión en el Brasil de Lula

La papelera finlandesa StoraEnso ha anunciado una inversión de 1.000 millones de euros en una planta de celulosa en Brasil, en la costa atlántica, en las cercanías de la ciudad de Eunápolis, en el Estado de Bahía. La planta, que llevará por nombre Varacel, tendrá una capacidad productora de 900.000 toneladas anuales y está llamada a convertirse en el mayor centro productor mundial del ramo.

Según el director general de StoraEnso, Jukka Harmälä, la construcción de la planta "comenzará de inmediato y esperamos que comience a producir la masa de celulosa dentro de dos años".

Como materia prima se utilizarán las plantaciones de eucaliptos pertenecientes a la empresa Brasileña Aracruz Celulose que actuará como parte minoritaria en la inversión. Los eucaliptos crecen, en esa zona, en un periodo de siete años, mientras que en la Europa continental o mediterránea necesitarían al menos unos 15 años.

El área de plantaciones cubre una extensión de 70.000 hectáreas intercaladas con bosque nativo. Según la empresa finlandesa, el bosque nativo no será tocado, para así mantener el ecosistema que favorece el rápido crecimiento de la materia prima.

El proyecto será financiado en un 45% por una oferta pública de adquisición y en un 55% por préstamos provenientes del Banco Brasileño de Inversiones, del Banco de Inversiones Europeo y del Banco de Inversiones Nórdico.

Sin riesgos

El máximo ejecutivo de StoraEnso asegura que su empresa no corre mayor riesgo: "La situación en el país es de estabilidad, y además Brasil se ha ganado internacionalmente la reputación de ser una nación enteramente confiable", dijo. Tampoco la situación financiera local preocupa demasiado el Ejecutivo finlandés: "Tanto la inflación como la inestabilidad financiera no nos afectará, pues éste es un proyecto que trabajará exclusivamente en dólares. Los círculos políticos brasileños han recibido el proyecto Varacel con los brazos abiertos" manifestó.

StoraEnso es la tercera mayor papelera europea y la sexta en el concurso mundial. Su facturación alcanzó durante el ejercicio de 2002 un total de 12.786 millones de euros y cuenta con 43.000 empleados en su red internacional.

La apuesta de la compañía papelera refuerza la imagen del presidente del Gobierno brasileño, Lula da Silva, como responsable de un Ejecutivo pragmático, capaz de atraer inversiones del exterior y sostener los mercados financieros, al mismo tiempo que defiende políticas de fuerte contenido social para mejorar la situación de pobreza de la mayoría de la población.

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