Un juez suspende los préstamos a un millar de alumnos de centros Brighton
El Juzgado de Instrucción número 25 de Barcelona ha ordenado a las entidades financieras que dejen de cobrar a más de un millar de alumnos de las academias de idiomas Brighton las cuotas de los préstamos suscritos para sufragar esos cursos. Asimismo, a instancias de la fiscalía y de la asociación de afectados por el cierre de estas academias, el juez exige a los bancos que no incluyan a esos alumnos en sus listas de morosos y les advierte de que, en caso contrario, los acusará de un delito de desobediencia.
La resolución judicial también acuerda la suspensión de los contratos de financiación de cursos con las entidades financieras a partir del 1 de enero de 2002, fecha en la que se considera que el propietario de la academia, Alfredo Ibáñez Nicolás, se encontraba en situación de quiebra técnica. Sin embargo, según la acusación, Ibáñez Nicolás realizó durante el año 2002 una amplia campaña publicitaria para captar a más alumnos. Ibáñez siempre cobró en efectivo o con tarjeta en este último periodo y abandonó el sistema de financiación a través de bancos. Sin embargo, un millar de alumnos firmaron, sin saberlo, con una entidad financiera un contrato de financiación de los cursos, cuyo importe debían devolver con elevados intereses.
