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El miedo a la neumonía causa una caída del 30% en los restaurantes chinos

Las tiendas de 'todo a cien' y los mayoristas de ropa, menos afectados

Dai Hua Dong, secretario de la Asociación de Residentes Chinos en Cataluña, explicó ayer que durante las últimas semanas, los restaurantes regentados por ciudadanos de origen chino han perdido hasta el 30% de clientela debido al miedo que, aventuró, sienten muchas personas de entrar en contacto con los empleados chinos de esos establecimientos. Los clientes piensan que los camareros pueden haber estado en en su país recientemente y, por tanto, haber estado en contacto con personas que padecían la neumonía atípica.

La comunidad china en Cataluña está hondamente preocupada por las negativas consecuencias económicas que el miedo al contagio de la neumonía atípica está produciendo en sus negocios, que ve cómo, en un goteo continuo, van perdiendo clientes día a día.

Dai Hua explica que hace ya tres o cuatro semanas que los propietarios de restaurantes chinos advirtieron cierta resistencia de algunos clientes a entrar en contacto con personas asiáticas. Esta retracción de la clientela se inició a principios de abril, cuando con la llegada del buen tiempo se anima la asistencia a los restaurantes, un efecto anual que esta vez no se ha producido en este tipo de restauración.

Hua explica que a pesar de que no se ha dado ningún caso de neumonía atípica en España, algunas personas sienten un miedo irreflexivo al contagio. El secretario general de la Asociación de Residentes Chinos cree que la razón de este cambio de tendencia en el mercado no puede ser otra que la extensión del miedo al contagio de la neumonía atípica, ya que, precisa, "el resto de tiendas y restaurantes están tan llenos como siempre". A su juicio, se trata de un temor "injusto, pero real".

Hua cifra en el 30% la caída producida en la afluencia de público a los restaurantes y añade que, paralelamente, la facturación se ha reducido en un 20%. También advierte que no es el único sector económico afectado por esta tendencia. Las populares tiendas de todo a cien y los negocios mayoristas de ropa de confección también se han visto afectados por la retracción de los compradores, si bien de forma "algo menor" que los restaurantes.

El cónsul general adjunto de la República Popular China en Barcelona, Shoujian Gao, está de acuerdo con las apreciaciones de Hua, pero cuestiona las cifras que éste proporciona. El cónsul adjunto cree que existe una "clara" preocupación entre la colonia de origen chino por "un cierto descenso" en la afluencia de clientes a los negocios, aunque precisa que el porcentaje que maneja Hua resulta "excesivo".

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Gao coincide con el representante empresarial, sin embargo, en la explicación del fenómeno: "El miedo completamente infundado al contagio que se produce por desconocimiento de la realidad".

Medidas sanitarias

En opinión de Hua, es necesario superar la desconfianza que se ha generado en algunos clientes y les ha apartado de los negocios gestionados por personas de origen chino. Un objetivo -el de recuperar la confianza- que, según razonó, sólo puede conseguirse reforzando las medidas de control sanitario en los viajes que realicen las personas que provengan de los países asiáticos, de forma que no queda duda alguna de que el contagio accidental es imposible.

Hua pidió a la Administración la organización de periodos de cuarentena preventivos -"de 10 o 12 días"- para todos los viajeros que provengan de Asia.

Si no se toman "severas" medidas preventivas, aventuró el secretario de la Asociación de Residentes Chinos en Cataluña, la situación de precariedad que se da en estos momentos en los negocios chinos se extenderá hasta el 50%, lo cual pondría en peligro de desaparición a muchos restaurantes de cocina china.

Contrariamente a lo que piensa el cónsul de su país, Hua se muestra escéptico ante la posibilidad de que el miedo remita gracias a la toma de conciencia de las personas que supuestamente lo sufren. Sin esconder el desaliento, el secretario de la Asociación de Residentes Chinos afirmó que hasta que se encuentre una vacuna para contrarrestar la epidemia no remitirá de forma completa el problema económico que sufre la comunidad china.

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