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El fiscal pide entre 93 y 103 años de cárcel para seis etarras

El fiscal de la Audiencia Nacional Enrique Molina solicita penas que oscilan entre los 93 y los 103 años de prisión para seis integrantes de un comando del denominado complejo Donosti de ETA, acusados, entre otros delitos, del asesinato del ertzaina Ignacio Totorica, asesinado el 8 de marzo de 2001 en la localidad guipuzcoana de Hernani.

Los etarras para los que se pide esas penas son Asier García Justo, Jon Zubiaurre Aguirre e Imanol Miner Villanueva, que formaron el comando Gaua, que dependía orgánicamente de los liberados (a sueldo de ETA) del complejo Donosti, integrado por Francisco Javier Macazaga Azurmendi, Txema; Ibon Fernández Iradi, Susper, y Ainhoa García Montero, Laia. El fiscal pide 103 años de cárcel para García Justo; 95 años, para Zubiaurre, y 93 años para cada uno de los restantes por su participación en delitos de asesinato terrorista, tentativa de asesinato, pertenencia a banda terrorista, detención ilegal, estragos, depósito de armas de guerra y robo con intimidación.

Según el escrito de conclusiones provisionales realizado por el fiscal Molina, García Justo, Zubiaurre y Miner realizaron investigaciones, supervisados por los liberados, para obtener datos sobre políticos, periodistas y miembros de las Fuerzas de Seguridad para atentar contra ellos.

Políticos y periodistas

Así, según el fiscal, investigaron al director financiero del Diario Vasco, Santiago Oleaga, posteriormente asesinado; a los miembros del Partido Socialista de Euskadi-PSOE Manuel Huertas y Ramón Jáuregui; a los periodistas Aurora Intxausti y Juan Palomo, contra los que colocaron una bomba-trampa en el rellano de acceso a su domicilio, y estudiaron la posibilidad de atentar contra miembros del PP en una cena de Nuevas Generaciones que iba a celebrarse en un bar de Vitoria.

En marzo de 2001, Zubiaurre, García Justo y Miner recibieron, según el escrito del fiscal, la orden de los tres liberados de matar a todos los ertzainas que pudieran.

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El 8 de marzo de 2001, Macazaga, Fernández Iradi y García Montero facilitaron a Miner entre 10 y 15 kilos de explosivo industrial. Éste lo introdujo en una olla con un detonador que colocaron en el maletero de un coche robado a punta de pistola. El vehículo fue cruzado en una céntrica plaza de Hernani obstaculizando el tráfico.

Cuando los agentes de la Ertzaintza acudieron a retirarlo, Miner, oculto en las inmediaciones, accionó un mando a distancia y provocó la explosión. La onda expansiva y la metralla alcanzaron al agente Ignacio Totorica, que falleció en el acto, y a otro ertzaina, que resultó gravemente herido.

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