Adiós a la eterna pareja
La retirada de John Stockton rompe uno de los mejores dúos en la historia de la NBA, el que formaba con Karl Malone en Utah
El mejor interprete de la partitura del dos contra dos cede la batuta a nuevos solistas. John Stockton (Spokane, Washington 1962) deja el baloncesto después de 19 temporadas en la NBA, 19 años en el Utah Jazz. Un base bajito, delgado, nada fibroso, incapaz de hacer grandes malabarismos con el balón, pero uno de los últimos guardianes del baloncesto inteligente y de vieja escuela que no le debe nada a su físico. Su pasión por este juego y no su fortaleza atlética le llevaron a perderse tan sólo 22 partidos de liga regular de 1.526 posibles. El hombre que más asistencias ha dado en la historia de la NBA y más balones le ha arrebatado al contrario anunció el pasado viernes su retirada definitiva.
"Creo que se ha terminado", anunció. Deja viudo a Karl Malone, quien intuía después de la eliminación de su equipo ante el Sacramento Kings que el partido en el Arco Arena era el último que compartiría con su eterno socio en el arte del bloqueo y la continuación. Así, en el vuelo de vuelta a Utah, Malone se sentó junto al base y mantuvieron una larga conversación. "Hay cosas que quería decirle y que nunca había llegado a decírselas. En el avión de vuelta me acerqué a él y le conté, qué sentía y cómo me sentía", confesó el ala-pívot.
1.85 metros y 80 kilos. No hace falta más para poner en funcionamiento a un equipo de baloncesto. A medida que los años han ido pasando, Stockton era superado en altura y anchura por los rivales a los que defendía, pero siempre salió airoso.
No ha sido una despedida multitudinaria. John Stockton siempre ha odiado ser el centro de atención. De ahí su comunión perfecta con la ciudad de Salt Lake City, la capital del estado de Utah. Alejada de las grandes urbes del país, la capital de los mormones ha sido la ciudad perfecta para un hombre tranquilo, educado en la importancia de los valores familiares y la honestidad. Le sonrojaban los elogios y que le compararan a grandes jugadores en su posición como Magic Johnson.
El primer día de febrero de 1995, superó al legendario base de los Lakers como el jugador que más pases de canasta había dado en la liga. En el marcador del Delta Center apareció la imagen de Magic: "no tengo demasiado respeto por la mayoría de los jugadores de la NBA pero sí lo tengo por John". Abrumado por tales palabras, el base esbozó una pequeña sonrisa. Siempre se ha considerado un americano ordinario al que le gusta jugar al baloncesto y que cuando termina se va a casa con su mujer y sus hijos. Pero mal que le pese, se retira uno de los cincuenta mejores jugadores de la historia de la NBA y miembro del mejor equipo jamás formado, el Dream Team de los Juegos de Barcelona 92.
Su matrimonio con Karl Malone se termina sin que hayan sellado su relación con un anillo. Se rompe uno de los mejores dúos en la historia: Stockton y Malone. Tan distintos que es difícil explicar porque han mantenido esa buena comunión a lo largo de tantos años. Quizá ahí radique el secreto. Uno, el agrio, gruñón y petulante; el otro, amable, bonachón y modesto. Después de un partido en el que Malone anotó 52 puntos ante el Charlotte Hornets, reconoció que la acusación de ser un jugador sobrevalorado lanzadas por Armen Gilliam le habían motivado. El ala-pívot afirmó que había sido Stockton el que le había informado de tales declaraciones. En ningún medio de comunicación tenían constancia de esos comentarios. Finalmente, el director de juego tuvo que reconocer que se inventó la historia.
El futuro de Karl Malone es aún incierto. Todo indica que va a continuar en activo ya que este verano disputará el preolímpico y en caso de clasificación se ha comprometido a disputar los Juegos de Atenas en 2004. Falta por saber el equipo. El 1 de julio, el jugador será agente libre y podrá elegir. A sus 40 años, aún es un jugador importante en la Liga, donde promedia más de 20 puntos por partido. Phil Jackson, entrenador de los Lakers, reconoció hace unos meses el interés por tenerle en el equipo. Pero no hay que descartar su continuidad en el Utah Jazz. La pareja se rompe, pero Malone quiere el anillo aunque sea en segundas nupcias.
