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Agut defiende sus planes para rentabilizar Terra ante unos crispados accionistas que piden su dimisión

Pese a que las acciones de Terra se revalorizaron ayer un 3,86% y cerraron a 4,57 euros, después de que la empresa asegurara que está en condiciones de entrar en beneficio neto en 2005, su presidente, Joaquim Agut, vivió una jornada amarga. Su defensa de la "constante y positiva evolución hacia la rentabilidad" de Terra y de las garantías de futuro que aporta el reciente acuerdo cerrado con Telefónica tuvo como réplica airadas peticiones de "dimisión" en la junta general de accionistas, que se celebró ayer en Barcelona.

"Usted no cuenta con la confianza de nadie, ¿cuándo va a dimitir?", "¿cómo es posible que usted todavía sea presidente de Terra?", "¡márchese ya, por favor!", "nos está arruinando". Son sólo algunas de las preguntas y exclamaciones que se oyeron en la junta, cuando, tras la exposición inicial del presidente, la voz pasó a los accionistas minoritarios. El resto de los asistentes arrancaba a aplaudir a cada andanada, que Agut encajaba con semblante grave.

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El presidente respondió: "Me debo a los accionistas que me nombraron", dijo un "motivado" Agut, en alusión a Telefónica (propietaria de un 38% de Terra) y quien se puso "a disposición" de los accionistas minoritarios.

El ambiente caldeado de la junta no decayó ni siquiera cuando el presidente se extendió posteriormente en explicar el avance en clientes de pago (3,1 millones), cuando justificó la evolución de los ingresos (622 millones en 2002, un 10% menos que en 2001) por el hecho de que el 72% de ellos proceda de países donde no circula el euro y cuyas monedas han sufrido devaluaciones, cuando subrayó la mejora del Ebitda (beneficio bruto operativo) en 112 millones de euros registrado el año pasado, o cuando defendió los 471 millones que inyectará Telefónica en los próximos seis años. "Charlatán, parece un encantador de serpientes", gritó, mientras abandonaba la sala, un pequeño accionista.

Terra tuvo unas pérdidas récord en 2002 de 2.009 millones tras un saneamiento de activos por 1.428 millones. El valor de los títulos de Terra, que en plena burbuja tecnológica superó los 150 euros por acción, se desinfló a la mitad en 2002. En lo que va de año apenas ha logrado superar los 5 euros.

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