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Dos jueces piden un trato adecuado para menores extranjeros que delinquen

Dos jueces de menores, el de Granada, Emilio Calatayud, y el de Melilla, Mario Alonso, coincidieron ayer en afirmar que no hay por ahora "un tratamiento adecuado" para resolver el problema de los niños inmigrantes que cometen delitos en España. "En materia de estos menores", señaló Calatayud, "en estos momentos no estamos teniendo un norte claro; tan sólo estamos paliando unas condiciones".

Calatayud, un juez que se caracteriza por dictar sentencias de gran repercusión social, como condenar a un chaval a aprender a leer y escribir, y Alonso, decano de Melilla, participaron ayer en el Segundo Congreso Nacional de Estudiantes de Derecho Penal, que este año se centra en Inmigración y derecho penal. Ambos indicaron que el fenómeno de niños inmigrantes que cometen delitos es "un problema que va a aumento", y que no se trata de un "problema nacional, sino de toda la Unión Europea". "Hay que hacer un examen de conciencia y ver lo que se puede hacer", dijo Calatayud. "Analizar si, con la Ley del Menor, se pueden identificar a sus familias y devolverlos a su país con todas las garantías, o darles protección".

Los colectivos de menores inmigrantes que cometen delitos se centran esencialmente en niños marroquíes, de Europa del Este y algunos de Senegal. El tipo de delito que más se comete es el de robos con violencia y tirones. Calatayud destacó que cada vez se están dando más casos de menores que incurren en la droga, como es el caso de aquellos que inhalan pegamento. Tanto Calatayud como Alonso incidieron en el hecho de que la gran mayoría de menores que llegan hasta España lo hacen en busca de trabajo. "Y aquí", dijo el juez de Granada, "lo que hacemos es ofrecerles formación, cuando lo que ellos buscan es otra cosa. No estamos dando respuesta a sus expectativas".

Mario Alonso explicó, por su parte, que los niños inmigrantes marroquíes llegan hasta Melilla con la creencia de que, una vez que cruzan la frontera de España, pueden tener documentación legal rápidamente. "La mayoría están en Melilla de paso", dijo. Alonso negó que se trate de chavales desarraigados. "No lo son. Están integrados en Marruecos. Lo que sucede es que buscan mejorar sus condiciones en Europa".

Inspecciones

Por su parte, el sindicato Comisiones Obreras ha denunciado ante la Inspección de Trabajo las malas condiciones de habitabilidad de 27 cortijos jiennenses utilizados en la última campaña olivarera para alojar trabajadores temporeros. Ha sido el resultado de la campaña de inspección llevada a cabo por el sindicato por toda la provincia, donde se han visitado 253 cortijos. La falta de agua potable y la excesiva humedad en las habitaciones han sido las principales anomalías detectadas. Con todo, las denuncias han descendido en la mitad con respecto a la campaña anterior.

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