_
_
_
_
_

La muerte a tiros de un joven eleva ya a 19 los asesinatos en Madrid en 2003

Dos encapuchados, que viajaban en moto, abrieron fuego contra la víctima

La espiral de violencia crece día a día en la región. Un nuevo homicidio sacudió anoche las calles de Móstoles. José Francisco Dopacio de Pablos, de 26 años, murió tras ser tiroteado por un hombre que llevaba la cara cubierta por un pasamontañas. La víctima, que recibió tres disparos en la cabeza y en el tórax, falleció a los pocos minutos de haber ingresado en el hospital Ernest LLuch, de Móstoles. Esta muerte violenta eleva a 19 los asesinatos registrados en Madrid este año. El miércoles pasado, dos búlgaros murieron ametrallados en el distrito madrileño de Ciudad Lineal.

Eran las nueve de la noche y la confluencia del Camino de Humanes y de la Avenida de Carlos V en Móstoles, estaba prácticamente desierta. A esa hora José Francisco Dopacio viajaba en un Citröen Saxo gris, con matrícula 6146-BXD, que conducía su novia Nuria M. V. Ésta se vio obligada a detenerse porque el semáforo del cruce estaba en rojo.

De repente, se paró a su lado derecho una Scooter negra de pequeña cilindrada, ocupada por dos personas, vestidas con ropa oscura y que se cubrían las caras con pasamontañas. Uno de ellos se bajó de la motocicleta y se dirigió hacia el lado del copiloto del Saxo. Sacó una pistola y con la culata hizo añicos el cristal de la ventanilla. "Hemos oído un ruido muy seco y cristales que caían al suelo. El hombre que estaba sentado en esa parte se ha intentado incorporar, pero no le ha dado tiempo", señaló un testigo del homicidio. "Seguro que les venían siguiendo y cuando se han parado en el semáforo han aprovechado para matarlo", añadió otro joven.

El agresor comenzó a disparar a discreción y en pocos segundos segundos efectuó al menos cuatro disparos. La primera bala, mortal de necesidad, le entró a Dopacio por la frente. La segunda le penetró por la zona parietal derecha y le salió por el extremo opuesto de la cabeza. El último proyectil que le alcanzó le entró por el tórax, lo que le produjo un gravísimo neumotórax. La cuarta bala rompió el parabrisas del coche. "Nos quedamos helados.Todo ha sido muy rápido. Después se han montado en la Scooter y han salido a toda velocidad por la avenida de Carlos V", explicó Carlos, un vecino de Móstoles."El herido se ha quedado dentro del coche, con la cabeza caída hacia delante, sin moverse y agonizando hasta que han llegado la policía y una ambulancia", recordaban varios testigos del crimen.

Unos viandantes llamaron de inmediato al teléfono de emergencias 112 e informaron de lo sucedido. "Han sonado como si fueran cuatro petardos, y cuando nos hemos querido dar cuenta los tíos han salido a toda pastilla en la moto, sin que nos diera tiempo a ver la matrícula que llevaba", señaló un testigo.

Hasta el lugar se desplazaron varias dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía y una UVI móvil del Summa. Los facultativos lograron estabilizar a la víctima, que fue trasladada a las urgencias del hospital Ernest Lluch, de Móstoles, según un portavoz de Emergencias 112. Poco después, Dopacio entró en parada cardiorespiratoria, de la que no pudo ser recuperado por los médicos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

"La novia se ha quedado inmovilizada y no sabía ni lo que hacer. Estaba aterrorizada porque, como todo ha ocurrido en cuestión de segundos, no ha sabido ni cómo reaccionar", comentó otro testigo. La policía trasladó de inmediato a la joven a la comisaría de Móstoles, donde anoche estaba pendiente de prestar declaración.

El Citröen Saxo ocupado por el asesinado y su novia también fue llevado a dependencias judiciales, para ser analizado por la Policía Científica. Anoche el único rastro que quedaba de este homicidio eran los cristales de la ventanilla del vehículo y la tierra que echó la policía para cubrir la sangre de la víctima del crimen.

Antecedentes

José Francisco Dopacio, que vivía en la calle del Empecinado, de Móstoles, tenía al menos siete antecedentes por atentado y resistencia a agentes de la autoridad, contra la propiedad intelectual (falsificación de material audiovisual), lesiones, tráfico de droga y robos, entre otros, según informó una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

La primera hipótesis que barajan los investigadores es que el homicidio responde a un posible ajuste de cuentas. "Esta zona es muy tranquila y nunca hemos tenido problemas de inseguridad o de tráfico de drogas", señaló Juan Carlos Filardi, dueño de una cafetería próxima al lugar del crimen.

Agentes de la comisaría de Móstoles, junto con la Policía Local, montaron un dispositivo de vigilancia por la zona, para intentar localizar la motocicleta empleada por los asesinos.

Este homicidio eleva a 19 las muertes violentas registradas en la región desde principios de año, frente a las 11 ocurridas en el mismo periodo de 2002. El pasado miércoles, dos ciudadanos búlgaros fueron asesinados a ráfagas de metralleta en la calle del Jazmín (distrito de Ciudad Lineal). Ambos fueron acribillados a tiros en una emboscada, cuando bajaron del vehículo todoterreno en que viajaban, tras advertir que uno de los neumáticos delanteros había sido desinflado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_