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Críticas a la construcción en el Solsonès de un centro de cría de aves de presa

Las obras se realizan en una zona protegida de gran valor ecológico

La entidad ecologista Ipcena de Lleida ha denunciado ante la Comisión Provincial de Urbanismo a la empresa Roc Falcon por presuntas irregularidades en la construcción de un centro dedicado a la cría, adiestramiento y exportación de halcones en una finca rústica no edificable de Canalda, en el término municipal de Odèn (Solsonès). Los ecologistas reclaman la paralización de las obras del aviario y la demolición de la estructura ya edificada por considerar que vulnera la normativa vigente y crea un gran impacto visual y ambiental.

Los promotores del vivero son dos hermanos, Harald y Hans-Jürgen K., con antecedentes policiales por tráfico de aves de rapiña, principalmente de águilas doradas y halcones. Los dos hermanos, denuncian los ecologistas, tienen un amplio historial de denuncias y detenciones por este delito en España, Francia y Alemania. En junio de 1992, el entones jefe del Servicio de Protección de la Fauna del Departamento de Agricultura, Álex de Juan, alertó a los agentes rurales sobre la presencia de seis traficantes alemanes dedicados a expoliar nidos para conseguir huevos y polluelos de especies protegidas. En la relación figuraban los dos hermanos, propietarios en Alemania de un centro similar al que se está construyendo en Odèn.

Una vez adiestrados para la caza, la venta de halcones constituye un negocio muy lucrativo, ya que los principales clientes son jeques de los Emiratos Árabes, donde existe una gran afición por la cetrería. Los compradores llegan a pagar entre 12.000 y 18.000 euros por ejemplar. Los ecologistas han denunciado que el cruce de halcones de diferentes procedencias en el centro del Solsonès pone en peligro la supervivencia de la fauna autóctona, ya que así se consiguen aves híbridas más fuertes y agresivas.

Edificio de siete plantas

El paraje donde se está levantando el complejo está cerca de la estación de esquí de Port del Compte, al pie de un macizo, situado a más de 1.500 metros de altitud, en el que anidan especies de aves protegidas. Las obras afectan a 7.000 metros cuadrados de suelo rústico no urbanizable. La obra realizada consiste en dos estructuras circulares contiguas de 80 metros de diámetro y 35 de altura cerradas en la parte inferior por una estructura de hormigón de tres metros. En la intersección de ambos círculos, que se convertirán en dos jaulas enormes, se levanta una torre de siete plantas con ascensor.

El secretario general de Ipcena, Joan Vàzquez, explica que las obras son ilegales porque se realizando junto a un espacio de interés natural protegido al amparo de una licencia municipal concedida por el Ayuntamiento de Odèn, gobernado por CiU. Los ecologistas aseguran que la administración local no tiene competencias porque el proyecto, por sus características industriales y dimensiones, "no guarda ninguna relación con una construcción tradicional propia de los ámbitos rústicos no urbanizables", como podría serlo una granja o un almacén agrícola, y, por tanto, el expediente debería haberse tramitado ante la Comisión Provincial de Urbanismo.

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El representante legal de la sociedad Roc Falcon, Lluís Delagua, asegura que la instalación está legalizada porque tiene licencia de obras y de actividades concedida por el consistorio de Odèn. En cambio, admite que los promotores no encargaron el estudio de impacto paisajístico que se exige para construcciones en suelo rústico porque el proyecto se presentó antes de que entrara en vigor la nueva ley de urbanismo. Delagua negó que los dos hermanos alemanes sean expoliadores de nidos de aves de rapiña.

Ipcena solicita en la denuncia que se abra un expediente contra los promotores del centro de aves de rapiña, se paralicen las obras de forma inmediata y se ordene la reparación del paisaje alterado, al considerar que la instalación edificada hasta ahora no tiene posibilidades de ser legalizada por la Generalitat, ya que supone una gran impacto visual en un entorno natural de gran valor ecológico. Con la denuncia los ecologistas pretenden, además, que el expediente sea remitido a la Fiscalía de Lleida para que abra diligencias por un presunto delito contra el urbanismo y el medio ambiente. Ipcena estudia denunciar al alcalde de Odèn, Andreu Alet, por un presunto delito de prevaricación.

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