El falso espía del 'caso Benjumea' se considera "cabeza de turco" de una trama
El titular del Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla decidió ayer suspender la declaración de Antonio Castellano, el principal implicado en el supuesto seguimiento al ex presidente de Caja San Fernando, Juan Manuel López Benjumea. El juez que investiga la querella por injurias presentada por Juan Escámez (jefe de seguridad de la Junta), entiende que estas diligencias están relacionadas con las que tramita el Juzgado de Instrucción número 1, por lo que ha pedido información sobre las mismas por si es conveniente que éste centralice la investigación.
El Juzgado número 1 instruye la denuncia de López Benjumea por el supuesto espionaje de Castellano (investigación que el juez acaba de archivar por tercera vez por no apreciar delito) y la querella por injurias presentada por Manuel Chaves y Luis Pizarro, dos de los tres dirigentes socialistas (la querella del otro, Miguel Ángel Pino, se tramita en otro juzgado) a los que, según una conversación grabada en vídeo, Castellano (que entregó a sus interlocutores una tarjeta de Escámez) atribuía la orden del supuesto seguimiento.
En una entrevista difundida ayer por Europa Press, Antonio Castellano reiteró los argumentos que ha esgrimido en sus declaraciones judiciales. Aseguró que "nunca" ha trabajado como detective, espía o similar, ya que, según dijo, toda la vida ha sido transportista y "ni conocía a Benjumea ni sabía que era presidente de la caja de ahorros San Fernando". El falso espía mantuvo que el caso "es una trama en la que me han utilizado como cabeza de turco y en su momento saldrá quién es el culpable de esta película, por llamarlo de alguna forma". "La Justicia es la que ha determinado mi inocencia", dijo en referencia al archivo de la investigación, que su abogado ha pedido reabrir para aclarar quien dijo la frase en la que se atribuye el seguimiento al PSOE. Castellano mantiene que la conversación grabada fue falseada en el montaje del vídeo.
