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Entrevista:SCOTT MCNEALY | PRESIDENTE DE SUN

"No necesitamos comprar ni fabricar otros productos"

El presidente de la empresa informática rechaza fusiones y la diversificación para salir de la crisis

Patricia Fernández de Lis

Scott McNealy pasea relajado por los campos de golf del hotel San Roque Club, en Cádiz. Acaba de jugar un partido en el exclusivo campo de Valderrama y está de buen humor. Las referencias a competidores como Dell o HP y, sobre todo, a su íntimo enemigo Microsoft, no hacen más que mejorar su humor. Veinte años después de fundar Sun Microsystems y a sus 49 años de edad, McNealy parece divertirse.

El presidente y consejero delegado de esta compañía informática, que tiene 40.000 empleados en todo el mundo e ingresos de 13.000 millones de dólares, está en España para reunirse con algunos de sus principales clientes. Sun es una compañía especializada en vender grandes ordenadores corporativos -servidores- y soluciones a empresas y administraciones. El pasado lunes, McNealy se reunió además con el presidente José María Aznar para hablar de las ventajas del gobierno electrónico y firmar un acuerdo por el que Sun ofrece su paquete de programas para oficinas StarOffice a nueve millones de usuarios del Ministerio de Educación, una inversión por valor de 725 millones de euros.

"No fabricamos impresoras ni cámaras digitales. Somos el número uno en redes informáticas, y estamos a gusto con ello"
"Cualquiera puede estudiar el código de un programa 'abierto' y mejorarlo, pero sólo hay una compañía mejorando Windows"
"Dell es el Wal-Mart de los ordenadores. Coge una máquina con 'chips' de Intel y 'software' de Microsoft y la entrega lo más rápido que puede"

McNealy es muy aficionado al hockey y al golf -tiene un nivel similar al de un jugador profesional- y tiene fama de no callarse si se le pincha. Su tema favorito de conversación gira ahora en torno al software libre o de código abierto, un movimiento cada vez más popular que defiende que los programas informáticos deben ser libremente creados, modificados y distribuidos.

Sun acaba de cerrar un duro trimestre, con una caída del 6% en los ingresos y unas pérdidas de más de 2.283 millones de dólares, aunque 2.125 corresponden a la amortización del fondo de comercio. McNealy cree que la importancia de este negocio es tan grande que la recuperación del mercado llegará tarde o temprano.

Pregunta. La mayoría de sus competidores está buscando estrategias para salir de la crisis como diversificar vendiendo impresoras, en el caso de Dell, o fusionarse como Compaq con HP e IBM con PwC Consulting. ¿Cuáles son los planes de Sun?

Respuesta. Nuestra estrategia es permanecer centrados y ser los mejores en lo que hacemos. La misión de Sun es ayudar a los clientes a disminuir la complejidad de la informática en red. Resolvemos problemas muy complejos a clientes como Telefónica o Iberia, donde manejamos aplicaciones críticas. Y eso es todo lo que hacemos. No fabricamos impresoras ni cámaras digitales, no ofrecemos servicios de externalización como IBM Global Services [la división de servicios de IBM]. Somos el número uno en redes informáticas y estamos a gusto con ello. No necesitamos ser nada más, ni fusionarnos o comprar. Lo que queremos es hacer productos fabulosos durante mucho, mucho tiempo.

P. Michael Dell, fundador y presidente de Dell Computer, ha dicho que Sun es como la Apple de los servidores, porque, como Apple en los ochenta, Sun permanece aislada del resto del mercado fabricando sus propios microprocesadores y programas.

R. Eso es fascinante. Michael Dell no está en el negocio de los ordenadores. Es un revendedor. Es como una tienda de vegetales. ¿Cuál es la cadena más famosa aquí? . Justo. Pues eso es lo que él hace. Coge una máquina con chips de Intel y software de Microsoft y la entrega lo más rápido que puede. Él no fabrica el ordenador, tiene una inversión en I+D cercana a cero. Es el Wal-Mart [grandes almacenes estadounidenses] de los ordenadores. Pero Wal-Mart vende ordenadores también, así que éste es su competidor, no Sun. Intel y Microsoft son mis competidores. Pero no hay problema, Dell es un Wal-Mart muy bueno.

Sun es la empresa más estándar y abierta del mundo. Cada interfaz [conexión entre distintas aplicaciones] que adoptamos es un estándar de la industria; no tenemos un solo interfaz propietario, los que utilizamos son abiertos y adoptados por todos los demás. Todo el mundo puede fabricar nuestros microprocesadores Sparc. Los de Dell son propietarios, porque son de Intel. Así que, bajo cualquier punto de vista, Sparc es abierto y estándar, e Intel Itanium es cerrado y no es estándar. Es interesante. Cuando eres rico, dices cosas y la gente te cree, aunque no sean ciertas. Pero nos sentimos bastante cómodos con la sabiduría popular cuando es más popular que sabia.

P. ¿Cuál es su opinión acerca del movimiento del software libre?

R. Nos encanta. Verá, hay tres cosas en las que una empresa puede gastarse el dinero: los sistemas, el software y los servicios. Si la gente se gasta el dinero en IBM Global Services o en los sistemas operativos de Microsoft, entonces no tendría dinero para gastárselo en sistemas. Y nosotros somos una compañía de sistemas. Por eso nos encanta el movimiento de código abierto, porque podemos vender más.

P. ¿Qué ha aportado a Sun el movimiento del software libre? Microsoft asegura que acaba con la innovación en la industria.

R. Oh, por favor, es exactamente lo contrario. Cualquiera puede estudiar el código abierto y mejorarlo, pero sólo hay una compañía mejorando Windows. La humanidad, en cambio, es la que está mejorando aplicaciones abiertas como MySQL o Gnome. El próximo trimestre presentaremos una solución para los PC de sobremesa llamada Mad Hatter, donde el sistema operativo es Linux, Gnome es el interfaz de usuario y Mozilla es el navegador. Y el coste es cero. Es idéntico al sistema que vende Michael Dell, sólo que él tiene que pagar millones de dólares por Windows y Office. Este movimiento está creando una innovación tremenda, masiva.

P. ¿Y cuándo cree que el usuario medio de ordenadores utilizará Linux?

R. Ya lo hace, lo que ocurre es que hoy en día necesitas ciertos conocimientos, y semanas y semanas construir una máquina con Linux. Pero la oportunidad en los PC de sobremesa es increíble, porque Microsoft cobra un precio excesivo por Office y Windows XP.

P. En Europa hay una importante discusión política sobre si los Gobiernos deberían empujar los sistemas abiertos para formentar la industria nacional del software y no depender de los códigos secretos de las multinacionales. ¿Qué opina usted?

R. Yo creo que los Gobiernos deberían hacer dos cosas. Tienen que exigir interfaces abiertas, y esto es diferente a implementaciones abiertas. Déjeme explicarlo con un ejemplo. Si no quieres comprar StarOffice, puedes ir a la web openoffice.org, coger el código del programa y buscar otra empresa que venda el producto a un precio razonable. Y no hay un microsoftoffice.org. Se pueden comprar desarrollos propietarios de programas abiertos. En sistemas muy críticos y grandes como son los gubernamentales, puede que no encuentres en el código abierto la funcionalidad que necesitas. Pero sí necesitas interfaces abiertas para poder exigir honestidad al proveedor.

P. ¿Qué piensa de la reciente decisión de Microsoft de compartir el código de Windows con los Gobiernos?

R. Bah, eso es una tontería.

P. ¿Por qué?

R. Es típico de Microsoft. Es tan absurdo que no quiero siquiera comentarlo... ¿Escribiría usted un artículo si Sun anunciara que pone a disposición una mínima y reducidísima parte de su código? No, porque nosotros dejamos casi todo disponible. Somos código libre. Hemos escrito cinco millones de líneas de código en abierto. Este anuncio de Microsoft no es muy impresionante.

P. Usted ha fundado esta compañía y lleva dirigiéndola 20 años, ahora como presidente y consejero delegado. ¿Ha pensado en dejarlo, en retirarse?

R. No más de dos veces al día .

P. ¿Y por qué entonces no lo hace?

R. Porque ¿qué otra cosa podría hacer?

P. Jugar al golf, o al hockey.

R. Ya he jugado al golf hoy [por el pasado domingo] y no soy muy bueno al hockey. Lee Treviño nació para jugar al golf. Aún lo hace, compite en torneos y tiene 67 años. Cuando le preguntan cuándo dejará de jugar, él contesta: "Cuando muera". Bueno, no estoy seguro de que yo siga trabajando tanto, pero éste es un gran empleo. Tengo un hermoso trabajo a realizar, ver cumplirse la visión de esta compañía desde su origen, con todo tipo de dispositivos conectados a Internet, y mantener el mundo seguro de los interfaces propietarios. Quizá algún día me dedique a ver crecer a mis cuatro hijos, pero aún no veo ese día.

Scott McNealy, durante su visita a Cádiz.
Scott McNealy, durante su visita a Cádiz.JOSÉ BIENVENIDO

Cómo ahorrar dinero, según Sun

Pregunta. Usted ha dicho que su peor enemigo, a día de hoy, son los directores financieros de las empresas, porque de ellos depende la decisión de invertir en informática. ¿Qué les diría a las compañías españolas para convencerlas de que deben invertir en tecnologías de la información?Respuesta. Las empresas buscan conseguir un retorno en la inversión. Y en Sun tenemos maneras muy interesantes de ahorrar dinero, como la consolidación de servidores [disminuir el número de máquinas pero con el mismo rendimiento]; adquirir paquetes de servidores, software y almacenamiento; comprar StarOffice en lugar de Microsoft Office... Son cosas que producen retornos inmediatos de inversión.P. ¿Cuáles son las perspectivas del negocio para 2003? ¿Cree que veremos una recuperación del mercado informático?R. La prensa es igual en todas partes [se ríe]. Eso es algo demasiado duro de predecir. Lo que está claro es que la gente cada vez utiliza la Red para hacer más cosas, y más interesantes, y cada vez se conectan más dispositivos a ella, como agendas electrónicas, telefónos o consolas de videojuegos. Así que todo este mercado explotará. No sé si será en 2003, 2004 o 2005, pero lo hará.

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Sobre la firma

Patricia Fernández de Lis
Es redactora jefa de 'Materia', la sección de Ciencia de EL PAÍS, de Tecnología y de Salud. Trabajó diez años como redactora de economía y tecnología en EL PAÍS antes de fundar el diario 'Público' y, en 2012, creó la web de noticias de ciencia 'Materia'. Los fines de semana colabora con RNE y escribe, cuando puede, de ciencia y tecnología.

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