El grupo SOS sale de compras

SOS sigue a la ofensiva. Tras adquirir en 2000 y 2001, con una política de créditos, Cuétara y Koipe-Carbonell, el grupo se halla otra vez en en el mercado para la adquisición de nuevas firmas de tamaño medio. A un plazo de dos años se contempla la compra de otra grande en el segmento de alimentación seca para colocar al grupo a la cabeza del sector agroalimentario.

La política del grupo se basa en la potenciación de la marca propia de calidad a un precio alto y en un duro ajuste en la estructura de costes

"Con ocasión de la compra de Cuétara en 2000, la relación entre recursos propios y endeudamiento alcanzó un ratio del 2,61. Un año más tarde, la buena gestión del grupo redujo esa relación al 0,61. En 2002, la compra de Koipe por 420 millones de euros, aunque con una caja de 150 millones de euros, volvió a elevar ese ratio a 1,54. En 2003, esperamos volver a una relación equilibrada entre recursos propios y ajenos, lo que nos permitirá entrar nuevamente en una posición compradora", señala Jesús Salazar, presidente de SOS.

Los responsables del grupo (Cuétara, Koipe-Carbonell y SOS) tienen claro que su crecimiento debe seguir basado en productos de alimentación seca. A Jesús Salazar se le van los ojos detrás de la rentabilidad fácil del negocio del azúcar. No obstante, en su día fue uno de los aspirantes a entrar en el grupo Ebro.

Pero, por el momento, se plantea un crecimiento basado en la compra de pequeñas y medianas empresas que tengan sinergias con sus negocios dentro y fuera de España. A medio plazo, no se descarta ya la posibilidad de abordar otra gran compra de una empresa líder.

Frente a las críticas lanzadas desde el propio sector agroalimentario, que veían un escesivo riesgo en las compras de Cuétara y Koipe por parte de SOS, la realidad está demostrando, según los datos del grupo, que están funcionando los números.

Marcas y ajuste de costes

El actual grupo SOS, en sus inicios el grupo Arana, se ha fraguado en la última década hasta llegar en 2002 a facturar 570 millones de euros, con una previsión para 2003 de 780 millones de euros.

La estrategia se ha basado en una política de créditos para la adquisición de marcas líderes, en la innovación y, sobre todo, en un duro ajuste en costes.

Según los datos manejados por el sector, las marcas blancas suponen aproximadamente una media del 30%, en nítida línea ascendente. Frente a esta situación, el grupo SOS ha hecho una clara apuesta por la potenciación en calidad y precio de las marcas líderes, sin renunciar a cubrir igualmente una parcela discreta en la elaboración de marcas de distribución. Para la promoción de la marca propia, el pasado año se destinaron 18 millones de euros, de los que ocho millones correspondieron al aceite, seis millones al arroz y cuatro millones a las galletas.

Esta política ha permitido recuperar y consolidar posiciones. En aceite de oliva de 0,4º Carbonell supone el 32% del mercado. En galletas, Cuétara significa el 18%, igual porcentaje que tiene en SOS en arroz.

En el conjunto de las ventas del grupo, las marcas suponen el 75% de las ventas de aceite, el 79% en galletas y el 89% en arroz. Por exigencias de la distribución, pero según su presidente, también por interés de la empresa, el grupo aumentó su presencia en las ventas de marca blanca.

En girasol, la marca blanca supone el 57% de las ventas y SOS tiene el 9,7%. En aceite de oliva, sobre un peso de la marca blanca del 40,1%, SOS supone el 9,2%.

Junto a la potenciación de la marca, la estrategia del grupo se ha centrado en la innovación y la reducción de costes mediante una nueva estructura financiera.

Los datos del grupo son elocuentes. En 2000, los costes fijos suponían el 13,8% de las ventas. En 2002 esos costes fijos bajaron al 9,8% y en 2003 se espera llegar a solamente el 7,2%.

El objetivo es llegar al 6%. En la misma línea de mejora de resultados, en los últimos años se ha logrado un aumento espectacular de la productividad por empleado, que pasó de 142.000 euros en 2000 a 240.000 en 2002.