50.000 personas exigen en Vigo la dimisión de Aznar y Fraga

Más de 50.000 personas, según la policía municipal, marcharon ayer desde la Plaza do Rei hasta la sede de la Xunta en la ciudad, junto al mar, al son de gaitas, tambores, cacerolas, silbatos y demás útiles. Vigo, como Santiago el 6 de diciembre, se echó a la calle para exigir responsabilidades políticas y penales por el manejo de la catástrofe del Prestige. Convocada por Burla Negra, la plataforma cultural integrada en la de Nunca Máis, la manifestación discurrió entre cánticos de letra remozada y ácidas proclamas contra Manuel Fraga y José María Aznar, entre otros.

Sobre un escenario móvil en un camión, tres reyes magos protegidos con mascarillas danzaban al ritmo de La Cucaracha y cantaban: "El chapapote, el chapapote, es difícil de quitar; hay que sacarlo, hay limpiarlo, con los bigotes de Aznar". Detrás, una gran pancarta negra con una palabra: "Dimisión", la misma que corearon en Riazor seguidores del Deportivo y Celta.

Había allí actores, como Antonio Durán Morris (Los lunes al sol), que decía: "Aunque la manifestación tiene este aspecto festivo es una denuncia". A su lado, Tete Delgado, de la serie El super, añade: "Esto es para que nadie olvide". Más rotundo, Carlos Veleiro blande un cazo y una cuchara de madera: "Busqué algo al nivel de nuestros gobernantes y esto es lo más bajo que encontré". "Fraga engulle todos los símbolos", sostiene el gaiteiro Xosé Oliveira; "pero mucha gente no está con él, y ésta es una respuesta reivindicativa del mundo de la cultura".

La marcha, concebida en un principio como una segunda gaiterada, se transformó en algo más ambicioso. "En Santiago, con buena intención, cometimos el error de dejar fuera a muchos; no sólo los gaiteiros quieren protestar", dice Carlos Peixoto, uno de los organizadores de Burla negra.

Durante el recorrido, pintores vestidos de voluntarios decoraron una mole negra con colores, una metáfora de la manipulación informativa sufrida durante la crisis, a juicio de Nunca Máis. Al final, fiesta, cantos, fuegos artificiales y unos cabezudos representando a Fraga, Aznar y Mariano Rajoy, que fueron abucheados. Sobre ellos, los magos de Oriente encaramados en el escenario móvil vertieron cubos de cacao y harina que simulaba fuel. La multitud se unió en uno sólo grito: "¡Dimisión!".

Xosé Manuel Álvarez Cácamo, de Burla Negra, leyó el comunicado: "Cae el chapapote en las redes como caerán los gobernantes responsables de esta catástrofe". Denunció el "cinismo infinito" de la Xunta y del Gobierno; realizó referencias a las cacerías de Fraga y aseguró que la tragedia devuelve "la conciencia a Galicia". Álvarez Cácamo, en nombre de Nunca Máis, exigió responsabilidades penales. "Vamos a ganar la batalla al chapapote y la política, también".

El fuel sigue llegando. Ayer nuevas galletas mancharon las zonas más afectadas de la Costa da Morte, y dos grandes manchas navegan una a 20 millas de la entrada de la Ría de Arousa y la otra frente a Finisterre. Pueden tocar tierra el jueves.