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El Inter cede a Farinós al Villarreal hasta fin de curso

Juan Morenilla

El Villarreal cerró ayer la primera operación sonada del mercado de invierno. Francisco Javier Farinós, centrocampista del Inter de Milán, jugará cedido en el conjunto castellonense hasta final de temporada, según el acuerdo alcanzado entre ambos clubes. Farinós, de 24 años, regresa así a la Liga española después de su paso por el calcio, donde ha vivido luces y sombras en el Inter de Milán.

Ascendido al primer equipo del Valencia en diciembre de 1996 por Jorge Valdano, Farinós se convirtió en una de las piezas fundamentales que llevaron al conjunto de Mestalla a la final de la Liga de Campeones de 2000, perdida ante el Real Madrid. El torneo encumbró a Farinós, un centrocampista trabajador y gran recuperador de balones -en un partido europeo ante el Fiorentina robó 23 pelotas-, circunstancia que rápidamente llamó la atención de varios equipos italianos. Milan e Inter se pelearon en el verano de 2000 por el futbolista, que acabó firmando por este último por 18 millones de euros. En su primera temporada, Farinós jugó 32 partidos en el Inter, pero las lesiones y la gran competitividad truncaron su racha. La prensa italiana le definió incluso como "una comparsa que parecía un fenómeno", y Farinós pasó en el último ejercicio a convertirse en un habitual del banquillo, circunstancia que se ha mantenido en los últimos meses y que ha provocado su salida de Italia. "No tengo continuidad y necesito jugar", afirmó Farinós el pasado viernes en Valencia, donde jugó como capitán de la selección valenciana ante Yugoslavia.

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Pese a su corta trayectoria, la carrera de Farinós está salpicada de anécdotas que demuestran su fuerte carácter. Con 17 años llegó a las manos con su entrenador en el Valencia B, Pep Balaguer, tras una discusión sin importancia; ya en el primer equipo del Valencia arrebató el balón de las manos al argentino Ariel Ortega cuando éste iba a lanzar un penalti para hacerlo él; y en marzo de 2002 actuó de portero en un Valencia-Inter de la Copa de la UEFA tras la expulsión del portero Toldo y pese a recriminarle al técnico, Héctor Cúper, que no quería jugar bajo palos. Pero lo hizo, prueba de su carácter. Eso mismo es lo que busca ahora el Villarreal, que se encuentra en puestos de descenso.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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