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Reportaje:KISHO KUROKAWA | ARQUITECTURAS | ARQUITECTURAS

Inspiración local y última tecnología

La visita fue breve, pero Kisho Kurokawa (Nagoya, Japón, 1934) tuvo tiempo para disfrutar de la remodelación de Bilbao, a partir del Guggenheim, una ciudad que le llamó la atención por su paisaje y su estructura compacta. El arquitecto japonés, autor de obras como el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur o el estadio de fútbol de Oita (Japón), estuvo la semana pasada en Bilbao y Vitoria como invitado del proyecto Cities. En esta iniciativa mundial trabajan veinte ciudades de cinco continentes (entre ellas la metrópoli Bilbao-San Sebastián-Vitoria) en busca de un urbanismo para el tercer milenio.

Kurokawa es uno de los principales arquitectos japoneses, además de un teórico que, a partir de aportaciones sobre el concepto de simbiosis, ha creado una obra reconocida en todo el mundo. Su trabajo ha llegado a otros países de Asia, a América y Europa. "Aunque no he tenido tiempo de disfrutar del País Vasco, sí puedo decir que el Museo Guggenheim es extraordinario. Mi impresión de Bilbao es muy buena. Sobre todo, me ha llamado la atención al paisaje y el dominio del urbanismo compacto. Es muy diferente a las ciudades contemporáneas, como Los Ángeles, caracterizadas por las grandes extensiones de viviendas unifamiliares", comentó.

El arquitecto parece que intuyó en esta visita la inauguración del tranvía y los nuevos autobuses, además del éxito del metro. "Creo que la clave para resolver esta ciudad tan intensa está en la buena organización del transporte público", dijo el responsable de la nueva configuración urbanística de Alma Ata, capital de Kazajstán o de la ciudad china de Guangzhou.

Kurokawa considera que es una buena decisión acudir a arquitectos internacionales de prestigio para revitalizar las zonas en crisis. "No creo que las ciudades pierdan su identidad por esta razón. La historia de las ciudades, que tienen cientos de años de vida, es una acumulación de distintas edades. En la actualidad viven la influencia de la vanguardia contemporánea, pero dentro de un siglo, esto formará parte de su historia, de su identidad", señala.

Eso sí, el arquitecto se debe implicar en el territorio que le ha encargado el proyecto. "El problema llega cuando los arquitectos parten de un proyecto similar para cualquier ubicación. Yo defiendo desde hace 40 años la tesis de la simbiosis en la que se conjugan las ideas globales con las sugerencias locales. Y esto lo he mantenido en mis obras, como el aeropuerto internacional de Kuala-Lampur, donde se aúnan las últimas tecnologías con la inspiración de la arquitectura local y el respeto de la identidad del lugar", recuerda el autor de la reconocida ampliación del museo Van Gogh de Amsterdam.

Por eso, cada proyecto que prepara es diferente. Ahora está trabajando en un complejo de rascacielos. "Después del 11 de septiembre, creo que la edad de los rascacielos en su concepción clásica ha pasado. Tenemos que construir rascacielos diferentes. Tengo un proyecto en Singapur, de tres grandes torres contiguas unidas entre sí por puentes a distintas alturas. Si esta disposición hubiera existido entre las dos torres del Worl Trade Center de Nueva York, se habrían evitado muchas muertes", concluye el ganador del concurso Technopolis para la ciudad-estado asiática.

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Pero también es un experto en el diseño de museos. "Eso sí, no creo que los museos sean los nuevos templos del tercer milenio. Una catedral es un centro de espiritualidad, donde habita Dios, poco que ver con un museo de arte contemporáneo", asevera quien está proyectando el Museo Nacional de Arte en Tokio. "Será un museo sin ninguna colección", asegura Kurokawa. "Además de que, tras la derrota en la Segunda guerra Mundial, Japón se quedó sin buena parte de sus obras de arte, las nuevas tecnologías audiovisuales e Internet ofrecen disfrutar del arte en tu propio hogar. Por eso, el nuevo museo ofrecerá espacio para que aquellos que no son profesionales puedan exponer sus obras".

PERFIL

El arquitecto japonés Kisho Kurokawa es un hombre menudo, inquieto y divertido que busca siempre la vinculación de sus proyectos arquitectónicos con el ser humano. Es parte de sus tesis sobre la simbiosis, que engendró en los años sesenta, ante la decadencia de la arquitectura internacional. Buena muestra de su obra se encuentra en su página web: www.kisho.co.jp.

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