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Reportaje:

Una gata sin salida

El dueño de un felino cree que el animal está atrapado en una casa que será tapiada

El dueño de un felino cree que el animal está atrapado en una casa que será tapiada

Milana, una gata de nueve años, se quedó atrapada el jueves en el número 20 de la calle de la Cabeza, cuando policías y miembros de una comisión judicial irrumpieron en el inmueble y ordenaron que fuera desalojado por los okupas. Y así se fueron todos, menos el felino, que, asustado, se escondió.

Desde entonces, Pepe, su dueño, no la vuelto a ver. Cada día acude a llevarle comida. Se la entrega a los guardas que custodian este edificio de la Empresa Municipal de la Vivienda. Lo que no consienten es que nadie entre a buscarlo, a pesar de que la casa va a ser tapiada.

Por eso, Pepe puso una denuncia en la policía, otra en los juzgados y también recurrió a la Sociedad Protectora de Animales. El okupa, apoyado por sus amigos, habló también con el concejal de IU Ángel Lara. Gracias a su mediación, ayer se presentó un policía en el edificio con intención de recoger a Milana. Pero los guardas no le dejaron pasar: hay orden judicial de que no entre nadie. "Aquí no hay gato. No le oímos", comentó un nuevo vigilante llegado hace tres días. "Que sí, que está ahí: en alguna habitación asustada y escondida", gime el dueño con una cestita de mimbre en la mano.

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