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Tribuna:LA POLÍTICA DEL AGUA
Tribuna
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Dialogar para progresar

Estas semanas se ha hablado con profusión sobre el PHN. La visita del presidente del Gobierno para colocar la primera piedra de las obras del trasvase Júcar-Vinalopó y la convocatoria de la manifestación de hoy en Valencia, coincidiendo con la reunión internacional sobre el convenio Ramsar que se celebra en la capital del Turia, ha hecho correr -como suele decirse- ríos de tinta. Sin embargo, y a pesar de que las opiniones y los argumentos se suceden, no se encuentran ni dan lugar a discusiones útiles y clarificadoras. Más bien, todo lo contrario.

Desgraciadamente, al igual que los ríos de tinta no se transforman en ríos de agua, la estrategia del PP no contribuye precisamente al diálogo. Responde a un juego irresponsable y peligroso en el que el PSPV-PSOE no tiene intención de colaborar. Se intenta eludir la discusión seria de propuestas mediante la utilización demagógica de los problemas y la sensibilidad de todo un pueblo. Como en su día hicieron con la lengua, hoy pretenden hacerlo con el agua. La derecha valenciana es experta en batallas; en desviar la atención mediante declaraciones extemporáneas sobre lealtad y legitimidad. "O estás conmigo o contra mí", proclaman sin rubor. "No habrá perdón", titulan. Confunden intencionadamente los intereses del PP con los de la Comunidad Valenciana. Una situación ésta que amenaza con empeorar a medida que se acercan las elecciones.

Pero a los socialistas, tanto o más que al PP, nos preocupa el futuro de nuestra tierra. Y como nos preocupa, seguiremos exigiendo la información que deliberadamente oculta el Gobierno sobre el PHN. Más de 800 preguntas ha realizado el PSOE en el Congreso de los Diputados para aclarar aspectos del Plan sobre los que expertos y científicos mantienen serias dudas. Tras dos años y un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, el Ministerio empieza a contestar a un ritmo tan lento que sería necesaria una legislatura entera para terminar. El Gobierno sigue sin ofrecer información que corrobore la existencia de excedentes en la cuenca del Ebro, sin los cuales sería inviable el trasvase. Tampoco se especifica quiénes serán los usuarios concretos de las aguas trasvasadas. La Ley del PHN dice que será prioritario el abastecimiento, sin embargo no se especifican qué poblaciones, qué zonas de riego, qué acuíferos y qué ríos serán los destinatarios. Sin estos datos es imposible hacer cualquier previsión sobre el crecimiento de la demanda, analizar la viabilidad económica del proyecto o hacer ningún tipo de evaluación ambiental.

El PP está haciendo creer a todos los demandantes de agua en nuestra Comunidad que ellos serán los destinatarios del trasvase, pero la realidad es que el PHN no tiene beneficiarios reconocidos legalmente. De esta forma, se intenta aunar todas las voluntades en torno a una promesa que se niegan a especificar porque carecen de datos que la sustenten. La prioridad del abastecimiento urbano ha fomentado una abusiva e insostenible edificación en el litoral sobre la promesa de agua abundante y barata. La promesa de mayor cantidad de agua ha hecho pensar a los 300.000 valencianos que todavía no disponen de agua potable que podrán sustituir el agua contaminada que sale de sus grifos por otra de una calidad óptima, y eso es rotundamente falso. Agricultores, empresarios turísticos, poblaciones con escasez de agua... todos se aferran a un Plan que, mientras no se demuestre lo contrario, sólo tiene de momento un objetivo claro: colaborar en la campaña electoral del PP. Hasta la patronal alicantina se atreve ya a reivindicar el agua para los campos de golf. Alguien les habrá hecho promesas para un futuro.

La falta de definición sobre cómo embalsar el agua trasvasada está provocando situaciones esperpénticas como las de Monòver o Turís. El PP debe presentar un plan con los correspondientes estudios de impacto ambiental, donde se especifique cuántos embalses, de qué capacidad y dónde se van a construir; dónde van a ubicarse el resto de infraestructuras complementarias; cuánto costará el agua, cuestión que ya exige saber también el Círculo de Empresarios; qué usos tendrá... Y, ¿no nos merecemos los valencianos saber la opinión del Ministerio y del PP sobre las declaraciones de la patronal alicantina? Son demasiadas incógnitas sin resolver. Es, por tanto, imprescindible un diálogo sereno y riguroso que garantice una auténtica solución de futuro. La falta de agua preocupa a cualquiera que defienda honestamente los intereses de esta Comunidad, siendo por tanto legítimas y discutibles todas las posiciones. Sólo un Gobierno irresponsable puede criminalizar actitudes contrarias a la política oficial, como hace el PP.

Es necesario, por el contrario, que se facilite toda la información y se despejen todas las incógnitas. Sólo así los ciudadanos podrán tener una opinión fundada. Si esa información es tan beneficiosa como asegura el PP ¿por qué no se difunde? Trasladarla con claridad facilitaría la financiación del PHN y evitaría enfrentamientos y malentendidos. El PSOE elaboró en su día una propuesta alternativa al PHN que reduce los impactos sobre el medio ambiente e incorpora prácticas más sostenibles en los usos del agua, resolviendo en menos tiempo, con un menor coste económico y con un menor impacto los problemas de agua que padece nuestra Comunidad.

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Nuestra propuesta no es inamovible. Consideramos que cualquier solución con futuro debe basarse en la discusión serena, sobre una información fiable y rigurosa, que facilite el consenso entre todos los sectores implicados. Una nueva campaña de publicidad institucional subvencionada con el dinero de todos los valencianos asegura ahora que lo que cuenta es avanzar, pero no especifica a costa de qué y de quién. Los socialistas estamos hartos de tanta demagogia barata y creemos que es necesario dialogar para progresar. Porque el progreso es cosa de todos y no de unos pocos.

Francesc Signes es secretario de Medio Ambiente, Agua y Política Territorial del PSPV-PSOE.

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