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Crónica:Rally de Gran Bretaña | AUTOMOVILISMO
Crónica
Texto informativo con interpretación

El mejor aprendiz del mundo

Dani Solà se proclama campeón júnior al ganar en Cardiff

Dani Solà llevaba tanto tiempo diciendo que su única preocupación era "aprender" que ayer, en Cardiff, costó lo suyo reconocerle como el campeón mundial júnior, y no precisamente porque no lo mereciera. La ambición del piloto nacido hace 27 años en Vic es tal que se propone no parar hasta alcanzar el título mayor pese a que, a día de hoy, ni siquiera tiene asegurado para el próximo año un volante de un World Rally Car, la máxima categoria en la especialidad de rallies porque las marcas no están para grandes fichajes.

Solà, en cualquier caso, sabrá ser paciente, y para quien tenga dudas basta consultar su currículo o pasarse por su domicilio en Muntanyola, en Osona, donde el olor a gasolina se expande de norte a sur. Desde pequeño, y es el menor de cinco hermanos, ayudó a la familia en la granja, cuidando el ganado, y en el campo, conduciendo el tractor. Así ha sido la vida para muchos de los jóvenes de la comarca, que comenzaron a manejarse con la maquinaria agrícola, para después probar con un 600, más tarde montarse en el coche del mejor amigo -Jaume Hernández, en su caso- y acabar compitiendo por cuenta propia.

A los 20 años, Solà se compró un Peugeot 205 Rally y parecía que iba a comerse el mundo cuando encandenó una serie de problemas mecánicos que le llevaron al borde de la retirada. Para su suerte, su padre no sólo le puso la mano sobre la espalda, sino que, aun cuando la situación económica no estaba para grandes extras, le compró un 206 Rally 1.600.

Y, desde entonces, ya no hubo quién parara a Solà, que encontró en el Real Automovil Club de Cataluña (RACC) el punto de partida (2001). No hay mejor casa para progresar que el RACC ni mejor maestro para aprender a competir que Antoni Zanini, el viejo zorro de los rallies. Al volante de un Citroën, Solà no podía tener mejor estreno en el Mundial júnior, para coches con tracción a dos ruedas y 1.600 centímetros cúbicos. El piloto catalán ha ganado tres de las seis pruebas disputadas y se ha proclamado campeón después de superar en la última carrera al italiano Andrea Dallavilla, que, antes de la disputa del Rally de Gran Bretaña, le llevaba un punto de ventaja. Solà pinchó en la primera etapa, pero tomó el liderato en la segunda y lo consolidó en la tercera.

"Me siento enormemente satisfecho", confesó Solà tras el triunfo en la prueba y en el Mundial. "Mejor las dos cosas que una sola", agregó; "es un paso más en mi carrera. Mi intención es tener un buen programa para la próxima temporada y seguir aprendiendo, sin prisa, pero sin pausa". "Dani es un piloto con gran futuro", corrobora Zanini; "tiene una gran calidad conduciendo y, sobre todo, sabe leer las carreras. La intuición es una de sus mayores virtudes".

Solà, que sigue confiando en la estructura del RACC, la misma que le ha dado los medios mecánicos y humanos para alcanzar el campeonato, es un gran admirador de Carlos Sainz, pero conduciendo se siente más próximo a los nórdicos, como Tommi Makinen o Marcus Gronholm, que gustan trazar una línea muy fina y salir de las curvas con el volante recto para acelerar. Más que admirarles, Solà quiere competir con ellos. Mientras tanto, procurará seguir progresando. Por el momento, ha rebajado su ayuda a la familia, se entrena más que nunca y estudia inglés como demostró en Cardiff.

Dani Solà, junto a su copiloto Alex Romaní, celebran el título Mundial.
Dani Solà, junto a su copiloto Alex Romaní, celebran el título Mundial.

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