El ex presidente de Vivendi se considera víctima de 'una cacería'
El ex presidente de Vivendi Universal, Jean-Marie Messier, tiene listo un libro en el que sostiene la teoría de que hubo de abandonar el grupo de comunicación como consecuencia de 'una cacería' para obligarle a dimitir. Messier describe un supuesto complot fomentado por Claude Bébéar, presidente del consejo de vigilancia de la aseguradora Axa, 'gran cazador de fieras y no solamente en África', 'el padrino del capitalismo francés', así como miembros de la familia Bronfman, antiguos dueños de Seagram, la compañía canadiense que poseía los estudios Universal.
Messier no sólo ofrece su versión de la crisis, sino que advierte a anteriores ejecutivos de su corresponsabilidad en las decisiones tomadas. Este aviso se produce cuando existen sendos procedimientos judiciales en curso sobre su gestión en Vivendi Universal, abierto uno en Francia y otro en Estados Unidos, así como investigaciones de las autoridades bursátiles en los dos países.
A juicio de Messier, la 'cacería a la francesa' montada contra él incluyó la utilización de redes subterráneas y mentiras, promovida por Bébéar y otras personas ajenas al grupo Vivendi, que prefirieron estas prácticas a la de tratar de tomar el control de una sociedad por el procedimiento de hacer ofertas a sus accionistas. La familia Bronfman, antigua accionista del grupo canadiense Seagran (dueño de los estudios Universal), se sumó a la caza de Messier, siempre según este último, a través de un abogado que instrumentó presiones y acosos sin cuento.
[Por otra parte, Vivendi Universal informó ayer que en el tercer trimestre logró un volumen de negocio (excluida su filial Vivendi Eviroment) de 7.400 millones de euros, lo que supone un incremento del 1% respecto al mismo periodo de 2001. En los nueve primeros meses, Vivendi aumentó un 13% las ventas'].
