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CRISIS DE GOBIERNO EN CATALUÑA

El 'conseller en cap' promociona a un ex 'suarista'

La marcha de Antoni Subirà del Gobierno catalán simboliza como pocos gestos el lento adiós del pujolismo. Su salida del Gobierno marca el fin de una época: Subirà no sólo ha sido desde 1980 uno de los más fieles colaboradores del presidente de la Generalitat -primero como jefe del grupo de CiU en el Parlament y desde 1989 como consejero-, sino que está emparentado con el presidente -es primo de Josefa Comas, la esposa de Subirà- y ha sido uno de los tutores de Oriol Pujol, hijo del presidente, al que ha situado como número dos de Industria.

Su marcha ha sido reclamada en numerosas ocasiones por la oposición, que ha criticado con insistencia su gestión y la ha considerado un ejemplo de 'corrupción', especialmente por su supuesto encubrimiento del caso Turismo, en el que presuntamente el Gobierno catalán encargó informes a empresas vinculadas a dirigentes de CiU que no llegaron a entregar sus trabajos. A mediados de los años noventa, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña le investigó por presunto cohecho, aunque acabó archivando el caso.

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La permanencia de Subirà en el Ejecutivo se convirtió en un lastre incómodo incluso para el propio conseller en cap, Artur Mas. La mejor forma para intentar demostrar que ya vuela por su cuenta -algo que sus asesores han considerado una prioridad- era despedir al histórico dirigente de Convergència y colocar en su puesto a una persona de su máxima confianza.

El elegido ha sido Antoni Fernández Teixidó (Barcelona, 1952), un político que en los años setenta ejercía de camarada Demián en la Liga Comunista -un grupo trotskista que llamó al boicot en las elecciones legislativas de 1977-, posteriormente fue portavoz nacional del Centro Democrático Social (CDS), fundado por Adolfo Suárez, y diputado en el Congreso entre 1986 y 1993. Ese último año, tras el derrumbe electoral del partido centrista, entró en Convergència Democràtica (CDC), el partido de Pujol, de la mano de Miquel Roca.

En Convergència i Unió siempre ha presionado para aproximar a la federación nacionalista hacia el Partido Popular (PP) y en 1999 fue elegido diputado en el Parlament. Ha sido miembro de la Comisión de Industria y de Economía, y su bufete privado ha mantenido una intensa actividad, que en ocasiones se ha solapado con su trabajo como diputado: fue, por ejemplo ponente de la ley de comercio y al mismo tiempo defendió los intereses de los gremios de comerciantes, que ayer fueron los primeros en celebrar su nombramiento.

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