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Crítica:VIDEOJUEGOS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Espíritu emprendedor

A golpe de ratón, el jugador deberá construir una gran corporación capaz de dominar un sector industrial

Primero el crash de la burbuja de las nuevas tecnologías de Internet y luego la contabilidad fraudulenta de Enron han hecho mella en la confianza de los inversores que siguen castigando al mercado de valores. Muchas empresas han cerrado por realizar una mala gestión. Lo más cerca que pueden estar estos empresarios del bullicio del negocio es jugando a Capitalism II. Aprenderán y practicarán con todos los departamentos de una gran corporación, y demostrarán sus capacidades peleando por la cuota de mercado contra otros empresarios virtuales a través de Internet. Aprenderán inglés, porque el juego no está traducido, pero eso no debe ser un freno porque las posibilidades de Capitalism II merecen el esfuerzo.

Capitalism II

Desarrolla: Enlight Software Distribuye: Ubi Soft Plataforma: Windows Género: Estrategia Edad recomendada: Todos los públicos Precio: 39,95 euros Internet: www.ubi.com

El jugador se pone en la piel de un emprendedor que arranca un negocio desde cero o bien que pretende potenciar el negocio familiar hasta convertirlo en una gran corporación. Hay mucho por hacer, como en la vida real, desde decidir qué tipo de tiendas se construyen hasta si lo que se vende en ellas se compra a un tercero o si se establece una factoría para producirlo uno mismo. El juego posee nueve lecciones interactivas a través de las cuales se accede al aprendizaje necesario para usar la interfaz y conocer cada una de las facetas en las que se deberán tomar decisiones en el futuro.

Capitalism II usa el mundo como tablero. Las instalaciones podrán realizarse en distintas ciudades: Miami o Río de Janeiro, para aumentar el realismo. Sobre ellas es donde el jugador actúa construyendo aquello que necesite en el lugar idóneo. Un supermercado deberá ponerlo en un punto suficientemente poblado, mientras que el lugar para una joyería es el centro, donde el terreno es más caro pero es donde más posibilidades se tienen de vender alguna alhaja. Las fábricas y las explotaciones agrícolas deben instalarse en puntos alejados del núcleo urbano, donde el suelo es mucho más barato.

Una vez que ha establecido el primer negocio debe decidir qué cuatro productos va a vender. Éstos se muestran con foto y varios detalles, como el coste por unidad, la demanda, si el proveedor puede dar un suministro continuado, etcétera. Hecho esto lo más probable es que la empresa empiece a funcionar sin demasiados problemas. El objetivo es hacerse rico, no tener que levantarse cada día a las seis de la mañana para despachar a clientes impertinentes. Así que el siguiente paso sería ver de los cuatro productos cuál se vende mejor y empezar a producirlo. Para ello hay que crear una fábrica. En ella se colocan tres unidades básicas de negocio: compras, manufactura y ventas. La unidad de compras adquiere la materia prima que posteriormente será manipulada y finalmente revendida a un tercero con el consiguiente beneficio. En el caso del vino será necesario comprar uva y cristal para las botellas. Tras este paso, el jugador podrá vender vino producido y embotellado en su propia fábrica, con lo que el margen repercutirá en el beneficio global de la pequeña corporación. Si además instala una granja en la que se produzca uva, entonces los beneficios serán aún mayores, pudiendo incluso vender vino embotellado a terceros si lo desea.

El juego va más allá permitiendo seguir estrategias de mercadotecnia y promoción de marca, conscientes de que en muchos productos, como las bebidas de cola, es un factor determinante. Se abre así el abanico de crear una marca global para todos los productos, para un sector como podría ser la bebida o para un artículo concreto. Elegir en qué medio se realizarán las campañas publicitarias también dependerá del usuario. Por si aún sigue sin parecer un reto, es posible hacer una oferta pública de acciones y trabajar con un complejo mercado de valores que permite incluso comprar y controlar compañías rivales.

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