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Entrevista:ARTURO FERNÁNDEZ | Actor y empresario teatral

"Me he comido muy pocas roscas"

A sus 73 años, este gijonés, padre de tres hijos, parece estar batiéndose en retirada. Quejándose de la edad y de la falta de pelo, metido en sus nostalgias, reconoce que su única afición ha sido el teatro, y dice con humildad: 'Sé las cuatro reglas, y escribir poco correctamente'. Como fórmula para ligar, propone un comienzo cauto: 'Chatina, yo a ti te gusto?'

Pregunta. Medio siglo de escena. ¿No se cansa?

Respuesta. Adoro mi profesión. Y cuando adquieres éxito, del éxito no te cansas nunca.

P. En otoño seguirá con El smoking. ¿Y luego?

R. No lo sé. Hay una edad en la que nunca piensas en mañana, sino que te invaden muchísimo las nostalgias, los recuerdos.

P. Afirma que le relaja la imagen que le devuelve el espejo. ¿Tan ideal se encuentra?

R. El espejo y yo nos llevamos muy bien. Le digo: 'Espejito, espejito, déjame como hace quince años'. Y lo vengo consiguiendo.

P. ¿Pero no está usted un poco carroza para seguir de galán?

R. [Carcajada] No lo sé. Defíname usted, que es mujer.

P. ¿En la vida civil se ha comido tantas roscas como en escena?

R. Me he comido muy pocas roscas, porque siempre he sido hombre de una sola mujer, aunque parezca lo contrario. Y, sobre todo, he tenido una mujer que es mi profesión.

P. Las vecinas de su madre le gritaban: 'Arturín, no dejes preñada a ninguna' y 'Pega un braguetazo'. ¿Las hizo caso?

R. Yo entonces no entendía lo que significaba el braguetazo. Y qué duda cabe de que no había tantas posibilidades de no quedarse embarazada como ahora.

P. O sea, que hizo estragos.

R. No, no. Y sigo sin saber lo que es un braguetazo. Nunca he visto un gigoló que se colocara.

P. ¿Su raya del pantalón es como el peinado de James Bond, que no hay fragor que lo altere?

R. Vengo de una generación en la que quien tenía un traje era un fenómeno. Y la raya del pantalón se tenía muy en cuenta.

P. ¿Qué es la elegancia?

R. Algo innato en la persona. Un obrero con un mono puede ser elegante.

P. Dígame alguien que no tenga remedio en este terreno.

R. Los dirigentes de UGT y de CCOO Méndez y Fidalgo. Ahí ya no hay nada que hacer.

P. Dijo del cine: 'Desde que la mula Francis y Rin Tin Tin hicieron grandes interpretaciones, no le doy importancia'. ¿No se pone estupendo?

R. Es que un actor se hace exclusivamente en el teatro, no en la televisión ni en el cine. Ponga a Rin Tin Tin en un escenario y verá lo que le hace.

P. El alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, le ha comparado con Marcello Mastroianni. ¿Se le fue la mano?

R. Pienso que es exceso de amistad o de cariño hacia mí. Qué más quisiera yo.

P. ¿Cómo le va en la España de Aznar?

R. Francamente bien. Son gente que ha entrado sin ruido,sin trajes de pana, sin engañar a nadie; y hasta ahora abundan más los éxitos que los fallos.

P. Con un padre anarquista, ¿usted salió así por la pura ley del péndulo?

R. Mi padre volvió del exilio muy decepcionado de la política, sobre todo de sus propios compañeros. Era obrero, y consiguió que su hijo tuviera un marchamo de burgués para los gilipollas.

P. ¿Se ha operado de algo?

R. Del hombro [risas]. Si yo me opero de algo, me temo que vuelvo otra vez a la mili.

P. 'La única mujer a la que he querido fue mi madre'. ¿Se lo ha mirado el médico?

R. [Carcajada] Soy hijo único, y mi madre siempre se ha sacrificado por mí.

P. Dijo que, en su anterior reencarnación, fue un general cartaginés. ¿No mola mucho más eso que ser Arturo Fernández?

R. Es que ahora ya no pienso en la reencarnación.

P. Ha abandonado el casco, la lanza y el barco.

R. Totalmente. Y con gran decepción y sentimiento. Aunque la lanza y el casco tienes que llevarlos muchas veces, para defenderte.

P. ¿Cómo disfruta de la vida?

R. Actualmente disfruto poco, y lo digo con sentimiento, porque me he aferrado a la idea de que ya me va quedando poco tiempo para seguir besando a mis hijos y acariciando a mi mujer.

P. Da la impresión de estar tirando la toalla teatral y rindiendo la espada cartaginesa.

R. Pero con condiciones.

P. ¿Es por su confesado miedo a la vida por lo que lleva el cuello de medallas como un altarcillo de torero?

R. Sí, llevo bastantes. En esta vida, lo que te han inculcado en la niñez es lo que te queda. Yo soy incapaz de ir a misa, pero encuentro una gran paz cuando entro en una iglesia.

Arturo Fernández, fotografiado durante sus vacaciones en Marbella.
Arturo Fernández, fotografiado durante sus vacaciones en Marbella.JULIÁN ROJAS

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