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El triste verano de Tristán

Malestar en el Deportivo contra el delantero, que todavía arrastra su lesión mundialista

Xosé Hermida

Siempre fiel a sí mismo, a Diego Tristán le ha faltado tiempo al regresar a A Coruña tras las vacaciones para sumergirse en su controversia eterna. Un mes después de la Copa del Mundo, tan poco lucida para él, se ha presentado igual de lesionado que dejó Corea del Sur. Tras cuatro semanas de teórico reposo, su inflamación del tobillo derecho, por su esguince ante la selección paraguaya, apenas había remitido para enfado y perplejidad del club y especialmente de su entrenador, Javier Irureta. Un episodio que ahonda en las difíciles relaciones entre el delantero y el técnico y que ha vuelto a desatar los comentarios sobre la permanente candidatura de Tristán a un traspaso multimillonario.

'Esto tiene difícil explicación', dijo Irureta al ver que el tobillo del ariete seguía hinchado

Nueva temporada, viejos problemas en el Depor. Otra vez anda Irureta enfurruñado con Tristán y de nuevo los periodistas persiguen sin éxito al jugador andaluz para intentar arrancarle un par de frases. Tristán no habla. Aunque Irureta le critique veladamente y la prensa informe de que su representante ha pedido una mejora de su contrato, ha decidido no romper su voto de silencio. En los últimos días sólo se ha acercado a un micrófono para decir que no quiere irse. Algo que, en el peculiar código futbolístico, tampoco significa que descarte marcharse, como él mismo ha admitido. El club tiene ofertas por Tristán, reconoce su presidente, Augusto César Lendoiro, pero no las estudia porque son 'de poca monta'.

El Mundial resultó un fiasco para el último pichichi de la Liga española, que, entre su lesión y el renacimiento de Morientes, jugó muy pocos minutos y no confirmó las expectativas que había generado su gran campaña con su equipo. La frustración asiática del goleador redujo, pues, las posibilidades de un traspaso con el que se había venido especulando.

Lendoiro siempre negó que estuviese en venta, pero se juntaban muchos factores para abocarle a un cambio de opinión: las confesadas ambiciones del internacional, la fascinación que despertó en Italia y la apurada situación económica del Depor, con una deuda que supera los 150 millones de euros. Si alguien estaba dispuesto a tirar la casa por la ventana, tal vez se doblegaría la correosa voluntad de Lendoiro. Desde luego, Irureta no sería un escollo porque nunca ha terminado de digerir el escaso apego de Tristán a la disciplina cotidiana de la plantilla. Con todo, la hipótesis de la venta pareció desvanecerse tras su anónimo paso por la cita asiática y la comprobación de que el mercado entraba en estado de hibernación.

Pero el destino de Tristán es levantar siempre un pequeño alboroto a su alrededor. El pasado día 23 se incorporó a la concentración de pretemporada del Depor y a Irureta se le torció el gesto: su tobillo seguía inflamado como el primer día y ni siquiera podía entrenarse. 'Esto tiene difícil explicación', se quejó el preparador, quien prefirió morderse la lengua cuando los periodistas le preguntaron si creía que la persistencia de una lesión que suele curarse en dos o tres semanas era fruto de la dejadez del delantero. El entorno del futbolista dejó caer entonces que el club no le había enviado asistencia para recuperarse y éste replicó con el ejemplo de otros lesionados que en las vacaciones van a A Coruña para hacer su rehabilitación.

Mientras Tristán contemplaba desde la barrera como sus compañeros regresaban al tajo, su representante, Francisco Durán, se entrevistó con Lendoiro. Ya que el club no quiere traspasarle, quiso tantear la posibilidad de una mejora de su contrato. El presidente, de momento, no está dispuesto ni a venderle ni a pagarle más. Pero las conjeturas no cesan: en el Mallorca aseguran que el Depor está pujando fuerte por el también internacional Luque, cuyo fichaje haría que le sobrasen arietes, pues dispone además de Makaay y Pandiani.

Irureta ya ha anunciado que no cuenta con Tristán para el primer torneo oficial, la Supercopa española, que enfrentará al Depor y el Valencia los días 18 y 25. La inflamación de su tobillo 'ha disminuido considerablemente', ha informado el club en su página web, pero el jugador aún tardará unos días en incorporarse al grupo. Por ahora, sigue, solitario, en el gimnasio.

Tristán, en un partido de la Liga de Campeones.
Tristán, en un partido de la Liga de Campeones.EFE

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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