_
_
_
_
_

Ramírez y Rapú mantienen las contradicciones en el careo por el vídeo sexual

La Sección Primera de la Audiencia de Madrid, donde se celebra el juicio por el vídeo sexual del director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, ordenó ayer un careo entre éste y Exuperancia Rapú, la mujer que aparece junto a él en la grabación. El careo tenía un objetivo doble: dilucidar si la relación entre ambos fue de 'amistad' (como sostuvo ayer Ramírez) o de 'amantes' (como declaró Rapú); y si ambos (como manifiesta Rapú y niega Ramírez) grabaron de mutuo acuerdo encuentros sexuales anteriores al vídeo objeto del proceso judicial. '(...) Este señor me proponía juegos muy diversos y se grababan, él veía las grabaciones y se borraban', espetó ella, mirando con ahínco a Ramírez. 'Por dios bendito', repuso él; 'una vez caí en la trampa, ¿cómo voy a ser tan estúpido como para grabar...? ¿dónde están esos vídeos...?'.

Más información
Otra testigo ratifica que 18 vídeos sobre Ramírez fueron retenidos en Correos sin orden judicial
Peritos del 'caso del vídeo sexual' ignoran si el diario de Rapú le fue o no dictado

Para demostrar que Rapú 'mintió' al asegurar que era él quien solía buscarla a ella, Ramírez se remitió a una especie de diario que la policía intervino en casa de Rapú y en el que ella supuestamente anotó que 'por quinta vez' había intentado hablar con Ramírez. Rapú declaró el sábado que parte del contenido de ese diario le fue dictado por personas del entorno de Ramírez.

Ramírez testificó ayer durante más de dos horas ante el tribunal que juzga a siete personas (entre ellas, los ex altos cargos socialistas Rafael Vera y José Ramón Goñi Tirapu) por la grabación y difusión del vídeo sexual. La filmación se hizo el 6 de marzo de 1997 en casa de Rapú, desde dentro un armario del dormitorio.

Ramírez explicó que, tras 'reiteradas llamadas de la señora Rapú', acudió aquella noche a casa de ésta y que allí se le tendió 'una trampa' comparable 'a una representación teatral' en la que unos elaboran el guión y otros lo protagonizan. Según Ramírez, al llegar a su domicilio aquella noche sintió 'mareos y malestar', de lo que infiere que la mujer le echó 'alguna sustancia' en la bebida para alterarle su 'comportamiento'. Para Ramírez, el objetivo de los autores del vídeo fue 'falsificar su conducta sexual'. Con el fin de 'ridiculizarme y desprestigiarme', apuntó.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_