La normativa impide cobrar a los tres hermanos Giménez-Reyna
La preceptiva declaración jurada ante el fondo de garantías debe garantizar que quien reclama no está incurso en ninguna de las diversas causas de exclusión de indemnización previstas en el decreto regulador. Y esto excluye un amplio campo de posibles reclamantes: empresas de servicios de inversión, empresas del mismo grupo, entidades de crédito, aseguradoras, instituciones de inversión colectiva y sus gestoras, fondos de pensiones (ahí entraría si se considera tales o no a las mutuas de la Policía y de la Guardia Civil) y sus gestoras, las entidades de capital riesgo y administraciones públicas. Asimismo, se priva de indemnización 'a los directivos y administradores de la empresa de servicios de inversión (Gescartera), sus apoderados, socios con al menos un 5%, y el auditor responsable, así como aquellos inversores que tengan estas mismas características en las sociedades pertenecientes al grupo de la empresa de servicios de inversión y los cónyuges y familiares en primer grado de unos y otros'.
Esto elimina de un plumazo toda reclamación de la familia Giménez-Reyna. Pilar Gimenéz-Reyna, ex presidenta de Gescartera, su hija y esposo y sus hermanos Enrique, ex secretario de Estado de Hacienda, y Francisco, coronel de la Guardia Civil, reclamaron en su día ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores indemnizaciones por unas inversiones que cifraban en más de 180.000 euros.
La norma también pulverizaría la reclamación de ex directivos de Gescartera como José María Castro o José Ignacio Casanova Machimbarrena o José María García Tejerina. La comprobación de todas las exclusiones que nacen de este punto constituye un reto casi insalvable. 'Nosotros no podemos saber si los reclamantes son cónyuges de los excluidos de cobro, y verificar esto nos supone un freno a la hora de pagar. Y es muy difícil comprobarlo. Tendríamos que pedir libros de familia de los reclamantes, y de sus padres, hermanos, etcétera'. De ahí el valor de la declaración jurada que se omite: frente a tales pesquisas cuasi impracticables, al menos se dispondría de una garantía escrita que, vuelta del revés, dejaría constancia documental de su mentira.
